El paréntesis

No suelo leer cómics pero a veces me encuentro con alguna joyita que consigue sorprenderme y transmitirme tanto o más que una novela.
Esto me ha pasado con este cómic, donde la autora cuenta su propia experiencia desde que, con apenas 21 años, comenzó a tener pérdidas de memoria, en un principio leves, pero que fueron aumentando y derivando en otros síntomas más graves hasta llegar al diagnóstico de un pequeño tumor cerebral que le causaba cuadros de epilepsia.

Se dibuja a sí misma en las interminables consultas médicas, en las conversaciones con amigos y familiares que cada vez le dan más miedo por no ser capaz de recordar, en su incapacidad de seguir con sus estudios... Pero sin duda las viñetas más sobrecogedoras son las que representan a su propia mente. Es increíble cómo personifica a la enfermedad como un monstruo que está dentro de su cabeza y a veces la controla y anula totalmente. Esa sensación de pérdida, de vacío, de no reconocerse ni saber dónde está ni qué ha hecho. Crea un clima asfixiante y te hace sentir a ti también su propia angustia.

"El paréntesis" son esos años de los que apenas tiene recuerdos. Algunas imágenes desdibujadas de todo lo que pasó, unos años en los que su vida se pausó en medio de una pesadilla. Un retrato psicológico, personal y muy íntimo de todo ese tiempo de miedo e incertidumbre. Algunas de las ilustraciones que aparecen las hizo mientras estaba mal, dibujar era algo que la ayudaba a reflexionar, a ir recuperando la concentración, a expresar lo que sentía y a no desconectar del todo de la realidad. Fue como una especie de terapia con ella misma y, ahora una vez que todo ha pasado, al verlas puedes entender un poco mejor lo que puede llegar a sentir una persona en ese estado, la congoja, el caos y la desesperación que le invadía en sus momentos de crisis.

Siempre he preferido las novelas como forma preferida de conocer una historia, pero sin duda este es un claro ejemplo de que lo visual muchas veces suma y te hace entrar en la narración de otra manera. Me ha sorprendido mucho, si tenéis la oportunidad de leerla os la recomiendo mucho. Impresionante.

La autora cuenta su propia experiencia desde que, con 21 años, comenzó a tener unas leves pérdidas de memoria, que fueron aumentando y derivando en otros síntomas más graves hasta que le diagnosticaron un pequeño tumor cerebral que le causaba epilepsia. Un tumor cerebral que le hizo perder 10 años, sus planes de vida, sus estudios, sus conocimientos; un tumor que la hundió en un período de ensoñaciones y recuerdos vagos de los que estuvo a punto de no despertar.
La autora se dibuja a sí misma en las consultas médicas, en las conversaciones con amigos y familiares; dibuja la sensación de pérdida, de vacío, de no reconocerse; personifica a la enfermedad como un monstruo que está dentro de su cabeza y que a veces la controla y anula totalmente. Dibujar era algo que le ayudaba a concentrarse, a reflexionar, a poder expresar lo que sentía y a no desconectarse de la realidad.
Las viñetas que más me han impactado son las que representan a su propia mente; al verlas puedes entender un poco mejor lo que puede llegar a sentir una persona en ese estado y crea un clima asfixiante y te hace sentir su angustia.
Este cómic es un retrato psicológico personal e íntimo de todo ese tiempo de miedo e incertidumbre pero a la vez es un cómic que transmite y pone en relieve el valor de la vida.