Contempla bien esta noche, joven: ve cuántas nubes, cuántas tempestades encierra. Sin duda veré yo la aurora que va a suceder a esta noche, porque no soy tan viejo que no pueda ver el día de mañana; pero tal vez empiece un siglo que vos veréis hasta el fin, y que encierra misterios que yo no veré.
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