El caso de la viuda Lafarge

En septiembre de 1840 se celebró el juicio contra Marie Cappelle, conocida desde entonces como la viuda Lafarge, por el envenenamiento de su esposo. El proceso fue toda una sensación en la época, el público desbordaba la sala todos los días y la figura de esta joven de apenas 24 años dividió a la sociedad francesa entre los lafargistas y los antilafargistas. Marie fue condenada a cadena perpetua a pesar de las muchas contradicciones en que incurrieron los expertos designados para certificar las pruebas.

En 1866, casi tres décadas después, Alexandre Dumas decidió contar por entregas en el folletín le Mousquetaire lo que sabía sobre el caso. En su día había estado relacionado de manera muy cercana con la familia de Marie y con la propia Marie, y usó toda la información a su alcance para realizar un esbozo biográfico de la condenada.

Dumas fue claro, la consideraba culpable del asesinato aunque creyese que ciertos atenuantes justificaban algunas de sus decisiones. Por eso pasa totalmente de largo del momento en que es detenida y del juicio mismo (menos mal que el prólogo rellena este importante hueco imprescindible para entender la historia) y se centra en Marie y su vida, siendo los últimos capítulos una cita tras otra de las reflexiones personales de la propia Marie (por cierto, Dumas afirma que Marie miente en sus memorias a partir de cierto momento para dar mejor imagen de sí misma).

Admito que esperaba más vertiente “true crime” en esta obra de Dumas, o que ahondara en el propio asesinato, pero su intención real fue la de dimensionar la figura y el carácter de Marie dejando a un lado los hechos que le dieron triste fama.
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