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El tiempo entre costuras es una novela histórica de María Dueñas que se centra en un periodo de dos guerras, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. La protagonista de la historia es Sira Quiroga, una mujer que se forma como modista, pero el amor, el deseo de aventuras y la "cruel" inocencia la llevan a dejarlo todo por un hombre y viajar a Tetuán, Marruecos, donde la realidad la golpea, la destruye y como un ave fénix, renace de las cenizas y abre un taller de costuras, la felicidad, la amistad y la fortuna llegan a su vida y la dotan de sentido, hasta que este nuevo hogar que construye se convierte en el pase de entrada al mundo del espionaje Inglés. La novela histórica se ha convertido en uno de mis géneros favoritos y creo María Dueñas hace muy buen trabajo, sus personajes ficticios se mezclan perfectamente con los reales, se complementan y dan sentido a muchas conversaciones que se llevaron a cabo protegidas por cuatro paredes y por el celo del espionaje. Si bien a nuestra protagonista no sufrió las peores partes de esta profesión, la novela da un vistazo a como España se vió involucrada en la Segunda Guerra Mundial y como buscaba un mantener un equilibrio entre los Aliados y la potencias del Eje a través de los espías, pues si bien, aunque España quería ser parte y llevarse el botín que correspondía al final de la guerra, sabía que su participación no podía ser completa, su país acababa de sufrir la Guerra Civil Española, el pueblo estaba cansado, tenía hambre, estaba dolido y buscaba que esa terrible pesadilla terminara y que esa Guerra Mundial que tantas voces daba, no tocará a su País, pero tampoco quería ser ajenos y olvidados por aquellos que estaban dictando el orden del mundo; lo que sucedió ya está escrito en los libros de historia, así que aquí encontrarás una versión de hechos novelada, que probablemente no se aleje mucho de la realidad. Que amé de esta novela? Amé sus mujeres. En definitiva se nota cuando una pluma está siendo llevada por una mujer. Cada una de ellas es hermosa, es grandiosa, tienen una fuerza que sobrepasa todo entendimiento, una fuerza que las levanta, que las hace luchar y curiosamente no por lograr un sueño en específico, sino por hacerse un lugar, por ser parte, cada una de ellas tiene una energía que viene desde el dolor y sufrimiento, una energía que deja huella, que ocupar un lugar en el mundo, un espacio que tiene múltiples ocupantes, un espacio que enseña que se logran más cosas cuando se lucha y se construye juntas, y no cuando buscamos ponernos por encima de otros. María Dueñas te recuerda que ser mujer vale la pena y que todas podemos ser aves fénix, además "“Lo mejor de la vida, muchas veces, todavía está por llegar.” |
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