El autor nos sitúa en el seno de una familia judía, no practicante. El padre un modesto tapicero, que, en la Viena de la anexión nazi, sufre los embates del nazismo: pérdida de bienes, desintegración, separación, internamiento en los campos de concentración y muerte; la madre, una que no ceja para sacar a sus hijos del país y salvarles de la barbarie. El autor nos asoma al diario que el padre comenzó a llevar en Buchenwald y con él asistimos al horror.
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