El jugador

.Es posible que esta narración tenga algo de autobiográfica ya que el autor tuvo una gran adicción al juego.Nos adentrarnos en el mundo de los casinos y especialmente en el de la ruleta rusa,he de decir que he aprendido bastante en lo relacionado a las reglas de este juego,nos narra detalladamente la tensión que se viven en esas salas,con sus alegrías y tristezas por las ganancias y las pérdidas ya que en minutos podías pasar de ser millonario a la pobreza.Parece que estuviera participando uno en cada jugada con lo cual crea tensión en el lector y con ganas de decirles a los apostantes lo que tienen que hacer. Una buena novela de Dostoyevski con una crítica muy marcada a la ludopatía para el 1866 que fue cuando la escribió.Sin duda la historia no ha cambiado a lo largo de más de 150 años transcurridos desde entonces con respecto a la adicción ya que está se ha multiplicado por millones de personas hoy en día hasta llegar incluso hasta nuestros adolescentes que acceden a través de las páginas en Internet,pero como siempre en este mundo los gobiernos hacen la vista gorda ya que es otra manera de recaudar a cambio de la salud de los demás, sin nombrar la ruina que acarrea claro.

Alexis es una hombre solitario que trabaja para una familia rusa la cual ya se encuentra en la quiebra. Nuestro protagonista está totalmente enamorado de Paulina la hijastra de su empleador y pese a las constantes humillaciones de esta, Alexis esta dispuesto ha hacer cualquier cosa por ella.

El jugador es un libro que se centra en sus personajes más que en la problemática expuesta, alcanzamos a conocer no solo a los personajes en la superficie de su vida sino que trasmite los vacíos, temores y frustraciones que cada uno de ellos tiene. Pese a ser una historia sencilla,Fiodor su autor hace una crítica a la sociedad donde nos lleva a pensar que todo lo que atormenta a sus personajes no se aleja de la realidad.

Esta obra maestra de la literatura rusa y universal cautiva al lector desde el principio hasta el final.

La trama gira en torno a Alexei Ivanovich, un joven tutor que trabaja para una familia rusa adinerada y que se ve arrastrado al oscuro y emocionante mundo del juego de azar en la ruleta. La historia es una exploración profunda de la psicología humana, especialmente en lo que respecta a la adicción al juego y las emociones extremas que lo acompañan. Dostoyevski teje una narrativa llena de giros inesperados y personajes complejos que revelan las debilidades humanas en su máxima expresión.

La escritura de Dostoyevski es excepcional, con su estilo característico que profundiza en la mente de los personajes y sus conflictos internos. Su capacidad para crear diálogos intensos y situaciones emocionales es incomparable. Además, la novela arroja luz sobre temas como la búsqueda de la redención y la lucha contra la autodestrucción.

"El Jugador" no solo es una obra literaria excepcional, sino también una reflexión atemporal sobre la naturaleza humana y sus deseos más oscuros. Es una lectura obligada para cualquier amante de la literatura clásica y aquellos que buscan explorar los rincones más profundos de la psicología humana. Sin duda, merece un lugar destacado en la lista de obras maestras de la literatura mundial.

Todavía no había leído nada de este autor, pese a la fama que le precede. Y es que, parece que ese apellido imposible de leer a la primera me intimida!!

Los personajes son creíbles y están muy bien definidos. de hecho, nunca había leído de manera tan clara y profunda sobre la psicología de un adicto al juego. Este libro consigue ponerte en el lugar del ludópata y sumergirte tanto en su mente como en su conducta. Me ha sorprendido cómo al final ya jugaba simplemente por ganar, sin valorar el dinero que iba consiguiendo!!

El relato también se centra en el amor del protagonista por Paulina. Pero, considero que lo brillante del libro es su trasfondo, esos tintes autobiográficos, llenos codicia y vicio (parece ser que el autor vivió esto en primera persona).

Aunque sin duda, lo mejor del libro ha sido la abuela. Qué buena y loca es! Me moría de la risa cada vez que me la imaginaba toda histérica: "todo al cero!!" o "todo al rojo!!". La escena de los mendigos tampoco tiene desperdicio.

Pese a ser de lectura fácil y ágil, no me ha conseguido atrapar en ningún momento. de hecho, esperaba que en los últimos capítulos hubiese un desenlace sorprendente, a modo de moraleja o enseñanza, pero no. La sensación que me ha provocado al terminarlo es de vacío. Es un estilo en la escritura que no emociona, que no intriga... (a mi parecer).

Mi primer Dostoievski.

Ni me gusta el juego, ni soporto el postureo. Pues he dado en el blanco porque en resumen, de esto va el libro. En apenas doscientas páginas, nos pinta un cuadro completo de personajes perfectamente dibujados, con una hilarante y alocada trama que gira en torno a los dados, el dinero y las apariencias. Me ha gustado, me quedé con ganas de más, es como si hubiera visto el tráiler de una película.

Nos encontramos en un hotel-casino en la ciudad de Ruletenburgo, en Alemania. Aquí se aloja un general de poca monta con sus dos hijos, Misha y Sadia, la hijastra Polina, y el preceptor de sus niños, Alexéi, el protagonista y narrador de esta historia, que nos cuenta las idas y venidas de aquellos que revolotean a este séquito singular: un inglés, un francés, una dama cazafortunas y una abuela insidiosa; veremos las peripecias de la alta sociedad para mantener un status, aunque sea en apariencia, valiéndose de las buenas compañías y.. ¿por qué no? jugándose los rublos al todo o nada en la mismísima ruleta rusa.

Para ser mi primer Dostoievski, padre del existencialismo que tanto me gusta y que nunca he leído, no ha estado mal, me ha entretenido bastante pero lo dicho, me ha dejado con ganas de más.

Enlace: https://linktr.ee/Srta.Bethsua

Si no lo he leído antes es porque siempre había supuesto que iba a ser una novela algo densa y/o intelectual. Pues bien, salvo el primer capítulo que me pilló un poco despistado porque se mete de lleno en la historia, el resto es de muy fácil lectura.

A parte del tema del juego, como indica su título, la novela se centra también en temas familiares, amistades, amoríos, etc. Narrado en primera persona, iremos viendo la vida de nuestro protagonista con una familia rusa que habita en una ciudad alemana.

Me ha parecido una lectura muy ágil, entretenida e incluso con algunos toques de humor en ciertos puntos. Con buenos personajes (alguno brillante) y mucho mensaje entre sus páginas.

Como punto negativo, tengo que decir que en su parte final tiene un tramo que no me ha terminado de convencer tanto como el resto de la novela.

En definitiva, una novela de unas 200 páginas, que se lee muy fácil y aporta mucho.

Nota: 8/10

El jugador
Fiodor M. Dostoievski

El jugador es una novela parcialmente autobiográfica. Llegué a esta novela gracias a la lectura conjunta de @tomorrowclassics . Narra la relación del protagonista con el juego y las mujeres. Fue escrita en un momento en que el escritor ruso estaba desesperado por dinero y le promete al editor escribir una obra a cambio de una paga. Pero, es mucho más que eso. Es meterse en un mundo viciado por el que dirán, donde las apariencias son más importantes que la realidad. Donde cómo eres depende de la nación donde hayas nacido. Se ven las diferencias entre un ruso, un francés y un inglés. Alexéi Ivánovich nos muestra su mirada frente a las distintas idiosincrasias y su forma de abordar las mismas cuestiones.

En un principio acompañamos al protagonista, que es el preceptor de los niños del general, a una ciudad balnearia con casino. Casi por obligación irá, y nosotros con él, conociendo el mundo del juego. Esto traerá a cuenta otras pasiones asociadas, una herencia, un amor que se impone, la locura, las deudas, amistad, traiciones….A medida que se desarrollan los hechos el ritmo va creciendo en la novela y los personajes toman distintos matices. Podrás saltar al ritmo de la banca y depende la suerte podrás ser millonario o un mendigo. Este libro te mantiene atado al croupier para ver si la suerte está de tu lado o no. ¿Qué tan importante es el dinero para ti? ¿Qué harías si te ganaras mucho dinero en la ruleta? ¿Y si lo perdieras todo? Estas son algunas preguntas que los personajes te hacen cuando lo lees.

En “El jugador” las mujeres son malas y cínicas. No hay mujeres buenas. Y los hombres siempre están a la deriva queriendo ser aceptados o tratando de entenderlas. La sociedad que acompaña a estas damas es una sociedad falsa, y en esto realiza una crítica a la burguesía. Las relaciones entre las personas siempre tratan de sacar algún provecho económico o social

Dostoievski (1821-1881) es EL escritor ruso, para mi. .”Crimen y Castigo” es su obra cumbre. Su lectura es un imprescindible de la literatura universal. Sus obran abarcan los sentimientos y las reacciones del hombre frente a la sociedad burguesa del siglo XIX. Creador de atmósferas increíbles y de personajes entrañables no te podrás despegar tan fácil de este autor.

Mientras escribía la reseña pensaba en cuán acostumbrada estoy a contemplar a ciertos autores parados sobre un pedestal construido con algunas obras y algunos pensamientos. A mí me gusta fijarme en el resto y, como no estoy ni enamorada ni casada con Dostoievski (por suerte), prefiero manifestar lo que sentí sin muchas vueltas. El jugador es un libro generado por la urgencia de escribir (dictar, para ser exacta) y se nota. le faltan suturas y un tono homogéneo, pero no importa lo que yo diga. Dostoievski es Dostoievski y siempre encuentra el camino para que los resultados sean buenos.

Nuestro protagonista sufrido de turno es Alexéi Ivánovich, un maestro ruso de los hijos del general Zagorianski, quien está pasando un temporada con su familia en Alemania. Ruletenburgo (nombre inventado) será el escenario en donde se expondrá lo peor y lo mejor de la sociedad que gira en torno al dinero, ya sea por las apuestas o las intrigas por una herencia que involucra a la familia en cuestión. Cuando Alexéi Ivánovich va al casino por el amor (¿o capricho?) de la hijastra del general, Polina, la trama empieza a desarrollarse.

Creo que es innecesario que empiece a hablar de las impresiones que transmite Dostoievski con sus personajes al borde de la locura. En cierto punto, se parece mucho a Edgar Allan Poe: repetitivo, pero efectivo en la comunicación. A lo largo de la novela Dostoievski mete al lector en la cabeza de Alexéi Ivánovich (está en primera persona) y lo atrapa para mostrarle las turbulentas emociones que hay ahí. En algunos momentos la narración parece encontrar la calma, coincidiendo con el estado mental del protagonista, y se propone teorizar sobre las implicancias de la adicción al juego, del amor violento, de las diferencias entre los rusos y el resto de Europa. La eslavofilia se inmiscuye en todas partes. El exterior siempre presupone peligro, un cambio radical, una exposición a la opinión ajena. Es difícil que Dostoievski abandone sus ideas y no las plasme en el texto o, en todo caso, en el personaje principal. Hay algo de él en Alexéi Ivánovich. No es sólo la ludopatía (dato inútil: también fue adicto a la ruleta durante una época), sino la concepción de las cosas. O del mundo, para ser más formal.

Pero tratando la novela en sí, borrando de mi mente la cantidad de pensamientos que se pueden extraer, encuentro que hay grietas en dos puntos: la trama y los personajes. Para empezar con la trama, la demora en las revelaciones de los misterios (pavimentados en las intenciones y las relaciones de los personajes) parece forzada y las explicaciones son imprecisas y escuetas. No pretendo que me detallen todo con colores, porque la gracia está en leer entre líneas, por supuesto. Me refiero a que algunas cuestiones, desde mi perspectiva, se omiten adrede. Uno quiere continuar con la lectura hasta el final y es un hecho positivo, pero me encontré preguntándome: ¿suceden imprevistos o son recursos magistrales sacados de la galera? Hay capítulos discordantes entre sí, en donde uno es solemne y reflexivo y el siguiente es una montaña rusa (sin intención de hacer chistes). En el caso de los personajes, ellos sostienen un código propio que deja afuera al lector y el inglés que acompaña a la familia, Mr. Astley, cumple esa norma a rajatabla. Muy conveniente, ya que es a él a quien Alexéi Ivánovich recurre para obtener respuestas. Y no tengo intención de detenerme mucho en esto, pero la escritura me pareció menos rebuscada que en otros libros que leí del autor y lo que lo hace sublime es el silencio, no la manera en que se expresa.

Para no abandonar a Alexéi Ivánovich tan pronto podría decir que, aunque me molestaron sus constantes exclamaciones, su intención de convertirse en el esclavo de Polina y sus comentarios peligrosamente misóginos (con Dostoievski, en este tema, estoy curada de espanto), me gustó como personaje principal. Es otro de los típicos atormentados que fabrican su propia ruina por una tontería. En este caso, como ya dije, por el amor de una mujer que no merece la atención de nadie. Alexei Ivánovich parece lúcido en muchas ocasiones y, escasos párrafos más tarde, se descontrola. Enajenado de los secretos de la familia (porque estuvo ausente un tiempo), la búsqueda de información y la necesidad de analizar cada gesto de las personas que lo rodean lo sacan de eje. Para ser sincera, en esta novela ninguno está en su eje: esa familia y los del círculo íntimo transforman el hotel donde se alojan en un manicomio. Sólo el inglés puede escaparse... y lo hace a duras penas. Esa es una de las cosas que no terminaron de convencerme porque, si bien Dostoievski suele manejar personajes exacerbados (pueden encontrar algunos en Noches blancas ), estos me parecieron caricaturescos. Supongo que el tono medianamente humorístico de las situaciones que se presentan lo ameritan. Por esto mismo me reí en voz alta, acompañando un poco esa galería de seres ambiciosos y desbordados por sus pasiones, mientras leía.

Aunque al final todo parezca reordenarse, Dostoievski sigue enrostrándonos que la vida es injusta y que la suerte va y viene. Como texto, El jugador también es así: tiene idas y venidas. Lo importante es que, más allá de eso, se puede disfrutar la lectura. Las tres estrellas van porque me gustó más que La casa de los muertos (tengo el defecto de comparar las sensaciones que me dejan los libros y no lo puedo remediar) pero no pude conectarme de la misma manera que con Noches blancas, por ejemplo.

Nota: la edición que leí, la de Colihue, viene con un acertado anexo de cartas de Dostoievski (reales, claro está) que ilumina el contexto de la novela, haciendo hincapié en la ludopatía que padeció.

Un buen libro para conocer al escritor, ya que tiene mucho trasfondo autobiográfico, es un libro corto, muy ameno y divertido, me hizo reír en más de una ocasión. Me gustó conocer más detalles de la vida del escritor, como por ejemplo que el propio libro lo tuvo que escribir de forma rápida para pagar deudas de juego y es que claro, la ruleta rusa tira mucho...jajaja!!!
Me llamó la atención la vida de todos ellos, que pasan por malos momentos económicos aunque en realidad llevan una vida que no lo aparentan pero aún así están todo fatal, solo pensando en cómo cambiarían sus vidas con el dinero de un familiar cuando esta muera y claro, esa desesperación, esos arrebatos de amor y pasión que hay entre ellos, me parecían a veces graciosos y me hartaba de reír y otras de una exageración que hacía de los personajes unos insensible y egoístas .
Hay un giro en la trama donde al comienzo los personajes se sienten entre angustiados, ilusionados y desconcertados, porque hay una "visita inesperada" que los pone a todos en su sitio...
Me gustó la forma que tuvo el escritor de narrar esa fuerza que te impulsa a a hacer algo que no está bien pero que a la vez te gusta, lo que es la adicción al juego en este caso claro...al final llegas a comprender que no es tan fácil como parece y que a veces son las circunstancias las que nos hacen caer.

Este ha sido mi primer libro de Dostoevsky. Y ha sido una grata sorpresa. Me esperaba algo más denso y de difícil comprensión. Sin embargo, esta novela es todo lo opuesto. Es ligera y rápida. con un ritmo rápido y casi desenfrenado, sobre todo por la forma de hablar del protagonista, Aleksei Ivanovich, y la rapidez con la que se juegan el dinero, y para que hablar de las tomas de decisiones.
En un momento puedes llegar a pensar que el protagonista está loco, por sus actos y sus palabras, pero sencillamente es así y además le gusta Polina, pobre Polina...
La novela por momentos genera incertidumbre y ansiedad, ya que por el tema que trata ves como se arriesgan innecesariamente por ganar y no siempre se gana en el juego.
Es un libro corto, que se lee fácil y que puedes leer rápido, ya que no te expulsa de sus páginas. Fácilmente se puede leer en un día.
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