Pável Pávlovitch Trusotski es un funcionario acomodado que descubrirá, leyendo una carta después de la muerte por tisis de su esposa, Natalia Vasilieva, que ésta lo engañó con un amigo y que Liza, la criatura que él crió como su hija, es la hija del amante. La esposa puso fin a la relación cuando se lió con otro hombre más joven y aunque haya desaparecido, la rivalidad entre marido y amante persiste. El amante es Vecháninov, un donjuán cuarentón de mucha prestancia física, el prototipo del galán vanidoso que solo busca el placer sexual; está aquejado de hipocondría rayana en la depresión nerviosa porque lleva un pasado demasiado frívolo con algunas humillaciones sociales y además un pleito por dinero que lo retiene en San Petersburgo. Será en esta ciudad que los dos hombres se cruzarán y Trusotski no lo deja en paz, lo acosa, lo agrede, sin que Vecháninov sepa a ciencia cierta lo que el otro sabe o no sabe. En todo caso ha llegado a San Petersburgo con su hija Liza a quien maltrata sin que la niña entienda lo que sucede con ese padre que la mimó tanto y que ahora la rechaza. La niña caerá rápidamente enferma y morirá. El amante ejerce una fascinación sobre el marido engañado; los dos personajes tienen una mutua dependencia porque el marido presta a su mujer como un objeto deseable suscitando el afán del rival. En el amante descubrimos un sádico y en Trusotski un masoquista que se humilla y se degrada ante quien lo ha traicionado. El marido engañado decide casarse nuevamente y pide consejo al antiguo amante de su mujer y éste, después de pensárselo, se presta a una nueva ignominia, pero la elegida de Trusotski es una jovencita de 15 años que lo odia, lo ridiculiza y lo rechaza. En la segunda parte de la novela, el eterno marido trata de asesinar a Vecháninov, sin lograrlo, lo que hace pensar que está al tanto de todo y de hecho, al huir dejará al seductor la carta en que Natalia le anuncia su paternidad y la ruptura definitiva. El seductor aceptaba la idea de que la niña fuese su hija porque hizo cálculos y admitió la idea de preocuparse de su educación porque tiene ansias de redención. Dos años más tarde el marido y el amante se cruzan en una estación de trenes : el marido se ha vuelto a casar con una mujer hermosa que desde ya acarrea un tercero en discordia en la persona de un joven teniente. La historia está condenada a repetirse porque el amor no ha logrado vencer al deseo metafísico. Una novela muy singular escrita con maestría y que muestra lo que se conoce como el « alma eslava », hecha de pasión demostrativa, de grandilocuencia, de libaciones orgiacas, de calor humano contagioso, de grandes demostraciones estruendosas. Enlace: https://pasiondelalectura.wo.. |