Hay quienes eligen la oscuridad

El año pasado conocí a Charlie Donlea con su primer título traducido - La chica que se llevaron- y me encantó. Así que cuando vi que Motus nos traía un nuevo libro, no lo dudé y me apunté a su programa de reseñas anticipadas. Os adelanto que la historia no me ha defraudado en absoluto, este autor conecta muchísimo con mis gustos lectores, crea personajes muy reales, con profundidad y unas historias que me mantienen pegada a sus líneas desde los primeros capítulos.

Estamos ante un thriller de corte psicológico narrado en dos tiempos: 2019 y 1979. El comienzo es fuertecito por lo que quedas enganchado enseguida queriendo saber qué lleva a una persona a matar así...

En la línea actual conoceremos a Rory una investigadora forense especializada en casos no resueltos. Y es que Rory no tiene una mente al uso, es capaz de conectar aquello que los demás no ven. Esta asombrosa capacidad que la lleva a resolver casos imposibles va acompañada de algunas carencias psicológicas y es que Rory tiene problemas con las relaciones sociales y con entender una parte del mundo.

Con la muerte de su padre, abogado, Rory, aunque es abogada de carrera, no tiene ningún interés en ejercer y comienza a derivar los casos para poder cerrar el bufete, sin embargo, ante la inminencia de una vista, se ve avocada sin remedio a representar a “El ladrón” un hombre que lleva 40 años en la cárcel por el asesinato de su mujer y que va a ser liberado.

En la línea del pasado, conoceremos a Ángela, ella es autista, aunque en aquella época ese término aún no era de uso común y este trastorno no estaba definido, por lo que fue diagnosticada de diversas enfermedades mentales y medicada por ello. Una de las características de Ángela es que tenía tendencia a obsesionarse con cosas que llamaban su atención, de una manera sutil, algunos hechos entraban en su mente y comenzaban a interconectarse generando una necesidad imperiosa de entender lo que estaba ocurriendo hasta llegar a la solución.

Ambos personajes me han resultado fascinantes, la descripción de sus comportamientos, sus habilidades y carencias. Llegamos a conocerlas muy bien y a empatizar con ellas, con su sufrimiento, en un mundo que no las termina de entender. Rory se refugia en el alcohol, Ángela se autolesiona sin ser apenas conscientes. Cada una a su modo necesita escapar de su realidad. Creo que Donlea ha tenido mucha sensibilidad al manejar sus trastornos.

Ambas historias de se entrelazan poco a poco mediante algunos giros, que si bien no me han resultado excesivamente difíciles de adivinar me han gustado igualmente. Y el final… ese final..

Al ser una edición anticipada me he encontrado sobre todo algunos problemas de traducción en los condicionales “si habría en lugar de si hubiera” que seguro que habrán sido corregidos en la edición normal.

Sin duda os recomiendo este thriller y al autor en general, ya estoy deseando que traduzcan otro título de él.
¡¡Muy recomendable!!