En tierras lejanas

Finales del s. XVIII. La vida de las mujeres no ha cambiado en unos cuantos siglos. Su finalidad, establecida por los hombres, por la iglesia, incluso por otras mujeres, es casarse y tener hijos, pero… y aquí viene el maravilloso “pero”, algunas se rebelan y no están dispuestas a aceptar el papel establecido para ellas.
Elizabeth ha conseguido llegar, para su alegría, a ser una solterona de 29 años, y tras un largo periodo, viviendo en Inglaterra, llega la hora de volver a reunirse con su padre y su hermano en Norteamérica y realizar su sueño de construir una escuela y ser maestra.
Y ahí empiezan los problemas, su padre, juez, tiene otros planes: CASARLA. A Elizabeth la idea no le gusta nada y menos con el hombre, el médico del pueblo, que ha preparado su padre para ella, pero (otra vez el maravilloso “pero”) el destino tiene otros planes y ahí aparece Nathaniel, un hombre blanco criado con los indios, y, claro, la cosa cambia.
Resumiendo, esta es la historia de una mujer fuerte que no se deja vencer por los convencionalismos y de un hombre que la apoya y que está a su lado. Aparecen personajes muy diversos, lo que da al libro bastante agilidad y a pesar de tener más de 900 páginas no se hace nada pesado.
Si os gusta el romanticismo, la aventura y la historia leedlo.
Eso sí, la historia queda colgada, porque claro hay más libros detrás, lo malo es que pensaba que eran 3 y creo que de momento son 5.
Al final del libro la autora da las gracias a varias personas, entre ellas a Diana Gabaldón por su ayuda y supongo que por eso en un capítulo hace referencia a tres personajes creados por Gabaldón: Claire y Jamie Fraser y su sobrino Ian Murray.