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Tras la muerte de su madre, las mellizas Daventry son separadas: mientras Cecily disfruta de las fiestas de Londres, Marianne permanece en Bath con su abuela, por eso no dudará en aceptar la invitación de su hermana para pasar una temporada en Edenbrooke, el hogar de Lady Caroline, una de las mejores amigas de su madre. Durante el viaje a Edenbrooke serán atacados por un asaltador de caminos y James, el chofer, quedará gravemente herido, por lo que Marianne y su doncella tendrán que ingeniárselas para llegar con él hasta la posada más próxima y pedir ayuda, pero Marianne no esperaba conocer a ese hombre tan misterioso... que terminará siendo el hermano del hombre del que está enamorada su hermana. El libro me ha encantado, sin más. Podría haberle puesto las 5 estrellas, pero sí es cierto que hay pequeñas cositas que no me han encantado o no han terminado de encajarme y por eso prefiero que quede en cuatro, pero sin duda es el mejor libro de romántica que he leído en los últimos tiempos... y por últimos tiempos me remonto a unos cuantos años atrás xD Esto es algo completamente mío, pero cada vez me cansan más las páginas y páginas cargadas de sexo "sin sentido". Es obvio que amor y sexo van ligados, pero cada vez encuentro más relleno innecesario en ese sentido, por lo que Edenbrooke ha sido un verdadero soplo de aire fresco. Marianne me ha encantado como protagonista: resuelta y decidida, no se amilana ante nadie a pesar de que intenta por todos los medios aprender a ser una buena señorita tal y como le ha exigido su abuela. Me ha gustado que aún y así tenga esos momentos en los que no puede quedarse callada, por no hablar de los malentendidos que existen en el libro por su inocencia (lo que llegué a reírme con el viaje de los hermanos...). Cuando conocemos a Philip tenemos la misma impresión que Marianne, que se trata de un canalla y precisamente por lo que ocurre en ese momento él se pasa el libro decidido a demostrarle a ella que es un buen caballero. Existe un relato llamado El heredero de Edenbrooke donde vivimos la historia desde el punto de vista de Philip y con el que terminamos dándonos cuenta de que en realidad el pobre chico es un trozo de pan que trata de amoldarse a las circunstancias. Edenbrooke es uno de esos libros que te deja el corazón calentito porque, pese a la rapidez con que se enamoran los protagonistas, lo acabas pasando por alto porque todo es tan cuqui que te da igual. No descarto repetir con esta autora pues realmente estoy sorprendida de cuanto me ha gustado. |
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