Días apasionantes

Ava es una joven irlandesa que abandona Dublín para buscarse la vida en Hong Kong. Allí, comienza a trabajar como profesora de inglés, aunque es un trabajo que no le gusta y para el que no se siente cualificada. ⠀
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A Ava le atrae el lujo, la vida de los ricos. Cuando conoce a Julian, un banquero rico, comienza a pasar tiempo con él y termina viviendo en su habitación de invitados. La relación con Julian es peculiar: él parece no querer ningún apego sentimental con ella pero disfruta de su compañía y a Ava le gusta pasar tiempo con él, y se siente atraída. Cae en la tentación de los regalos caros, de no tener que preocuparse por pagar un alquiler. Su relación, a pesar de ser solo carnal, es práctica y a ambos les funciona así. Pero Julian debe irse unos meses a Londres y Ava se quedará viviendo en su piso, sola, y sin saber qué le depara el futuro. ⠀
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Edith, una joven abogada hongkonesa, entra en escena y Ava se enamora. Sabe que debe decirle la verdad sobre Julian, pero teme que Edith no entienda lo que ha pasado entre ellos. Además, no sabe cuándo volverá y si la echará del piso o no. ¿Qué pasará con Julian y Edith cuando ambos sepan la verdad? ⠀
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Días apasionantes es la historia de una joven que está perdida, y obsesionada con la riqueza, con la imagen que proyectan las personas con dinero. Es una joven un tanto obsesiva, insegura y con tendencia al drama. Sin embargo, no es solo una historia donde parece haber un triángulo amoroso, es una historia de clases sociales, de identidad y cultura y donde hay muchas referencias políticas que desarman al lector. ⠀
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Me ha gustado el aspecto humano de la obra: cómo Ava se siente atraída por el dinero y cómo lleva mucho tiempo reprimiendo sus deseos. Es un personaje que confunde al lector, pues parece que todo es un juego para ella, pero luego piensas que de verdad sufre y no es tan caprichosa como nos hace pensar. Esa dicotomía es ideal. Por otro lado, la autora usa el recurso de la comedia y es un punto a su favor. Pero lo que no me ha gustado es el final, porque diría que confunde.⠀
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En definitiva, recomiendo su lectora porque es una historia atípica. ⠀

Ava deja Dublín y se muda a Hong Kong en busca de experiencias apasionantes. Cuando conoce a Julian, un ingenioso banquero británico, la posibilidad de una vida de lujos se abre ante sus ojos y Ava se encuentra a sí misma ignorando sus inclinaciones feministas. Su relación es práctica y funciona, hasta que Julian le dice a Ava que tiene que irse unos meses a Londres. Entonces entra en escena Edith, una abogada hongkonesa que la lleva al teatro y le deja tulipanes en el pasillo. Atraída por su magnetismo, Ava empieza a desear ser como ella, y a desearla a ella. Aunque no tiene claro que deba contarle quién es exactamente Julian, ni viceversa.

🔷 Hoy os traigo un libro que desde que empecé a ver por aquí, me llamó mucho la atención.

Una historia en la que conoceremos a Ava, que nos contara su historia como si de un diario se tratase y con ella viviremos algunas experiencias.

Una trama divertida, pero que desde ese humor también trata temas importantes.

Ha sido una lectura que he disfrutado mucho, me ha sorprendido mucho el personaje de Ava y me ha encantado,aunque si que es cierto que no en todo momento, a veces he tenido mis más y mis menos con su comportamiento, pero quizás por eso mismo, me ha parecido tan interesante.

Sin duda, ha sido una muy buena lectura.

Muy buen libro. Debería estar en la estantería de todo buen lector.
Ante todo es un libro diferente, lo cual, como punto de partida, se agradece y mucho. Es diferente por la historia, por la forma en que está escrito, por la visión especial con que la protagonista (Ava) analiza las distintas situaciones de la vida, así como por los recursos literarios que emplea la escritora para trasmitir lo que Ava siente, lo que cuenta y lo que calla. Es muy probable que en gran medida todo ello sea debido a que la escritora es autista, lo cual impregna el relato de algo especial.
Es de esos libros que lees y relees porque cada palabra, cada expresión, cada tiempo verbal, cuentan y tienen impacto en la historia.
Es una novela donde tienen cabida los sentimientos, la familia, las relaciones sociales, el amor, el sexo, la amistad, la política, el orgullo, el poder, el dinero...
Progresas página a página, intentando entender a Ava, la protagonista, como si eso fuera posible, cuando ni ella misma se entiende y cuando crees que lo has conseguido, todo da un vuelco y termina con un final que no te dejará indiferente. Spoiler: La autora ha sido capaz de dejar abiertos tres posibles finales en un mismo texto, dependiendo de los ojos con que lo analice el lector. ¿Se puede pedir más?

Hay muchos pasajes identificables a lo largo de este libro sobre amarte a ti mismo, cómo amar a otras personas, dejar que otras personas te amen, etc. Pero estaba muy frustrada por Ava y cómo ella seguía volviendo a Julian y su extraño amor co-dependiente. Estaba realmente intrigada por su relación con Edith, ya que surgió un poco de la nada, pero me encantó todo. Hizo que Ava tuviera más sentido, en cuanto a por qué no dejaba que nadie la amara.

Me hubiera encantado tener más sentido de Hong Kong como escenario. Tal como está, siento que podría haber tenido lugar en cualquier lugar. ¡Quizás ese sea el punto! Pero me encanta un buen sentido del lugar en una novela.

Ojalá hubiéramos entendido más sobre Edith y Julian como personas para permitir cualquier tipo de inversión de los lectores en su relación. El estilo distante no me permitió acceder a preocuparme por con quién terminó Ava; sé que este estilo se ha comparado con Sally Rooney, pero la escritura de Dolan no tiene la devastación emocional que esperaría que justifique la comparación. Días apasionantes es una lectura buena y fácil, pero no puedo decir que se quede conmigo.

Joder. Cuando empecé Días apasionantes, no sabía que iba a encontrarme una historia tan profunda y unos personajes tan complejos. Ava, la protagonista, se comporta como una chica de su edad. Y quiero recalcarlo porque estamos acostumbrados a ver personajes femeninos completamente infantilizados y naifs que poco tienen que ver con la realidad (al menos, con la mía).

Dicho esto, joder. Duele un poquito verse tan identificada en las incongruencias de Ava. Cómo piensa una cosa, defiende unos valores, y luego acaba tirándolos por la borda cuando actúa. Cómo el influjo de Julian comienza a anularla, a ella, que nunca se creyó capaz de caer en tal cosa. Esa relación tóxica de desequilibrio de poder. El pasotismo, la escasa inteligencia emocional propia de nuestros días que tanto daño hace. La vulnerabilidad. Y el descubrimiento de un punto de vista nuevo.

No quiero explicar por qué Días apasionantes me ha calado más hondo de lo que debería, pero lo ha hecho. Descubrirme en sus páginas, identificarme en el pensamiento o el comportamiento más nimio. Si es que describe bien a una generación, creo que me incluyo en ella.