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Blanca Ortiz Ostale (Traductor)
ISBN : 8432238775
432 páginas
Editorial: Seix Barral (30/11/-1)

Calificación promedio : 4/5 (sobre 8 calificaciones)
Resumen:
Considerada “una obra maestra” por The Guardian, Trilogía de Copenhague reúne en un solo volumen Infancia, Juventud y Dependencia, los tres libros fundamentales de Tove Ditlevsen, aclamada como una de las voces más importantes y singulares de la literatura danesa del siglo XX. Una obra valiente y honesta que supone un ejercicio pionero en el campo de la escritura confesional y que explora temas como la familia, el sexo, la maternidad, la adicción y las dificultades ... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (6) Ver más Añadir una crítica
Guille63
 19 March 2023
“… mi infancia… la biblioteca del alma de la que extraeré saber y experiencia por el resto de mis días.”

En efecto, Ditlevsen es un ejemplo magnífico de aquello que tan acertadamente decía Rilke: «La verdadera patria del hombre es la infancia». Una patria que desgraciadamente Tove habitaba como un bicho raro, y por lo que era motivo de burla entre sus compañeros de colegio y sermoneada frecuentemente por sus padres, en la que vivía sabiendo que por ser niña nunca podría ser poeta, su gran sueño, en la que recibía palizas continuas de su madre. Sus únicos consuelos eran la lectura, la poesía y Dios, y pensaba en la muerte como un ángel complaciente vestido de blanco.

“La infancia es larga y estrecha como un ataúd, y no se puede escapar de ella sin ayuda… nadie escapa de la infancia que se te adhiere como un olor.”

En esta parte inicial, Ditlevsen cuenta con una sincera naturalidad y hasta con ironía y humor como tuvo que parapetarse tras una máscara de estupidez fuera de casa y tras una coraza impenetrable dentro de ella y así poder sobrellevar una relación “estrecha, dolorosa y trémula” con su madre a la que no lograba complacer jamás.

“Yo creo que solo quiero a la gente si se interesa por mí.”

Tal fue la experiencia de su niñez que el resto de su vida no fue sino una continua huida de la realidad, primero a través de la escritura (“lo único para lo que sirvo, lo único que me absorbe y me apasiona, es construir frases, formar grupos de palabras”), más tarde gracias a los fármacos y, tanto en un caso como en otro, utilizando a los hombres que le facilitaban esas vías de escape y a los que parecía querer únicamente por ello.

“Me fijo en los perros, en los perros y en sus amos… llevan una correa larga y sus amos aguardan pacientemente cuando un olor interesante entretiene al perro. Ese es el amo que yo deseo. Esa es la vida que me iría a mí… Yo me parezco a esos perros [sin dueño], desgreñada, confusa y sola.”

Tras este magnífico inicio, toda la parte central —el final de Infancia, la mayor parte de Juventud y la primera mitad de Dependencia— es bastante más plana, un poco como ella describía su vida, “como un redoble antes de un solo”, después descubriremos lo brillante que es el solo.

Posiblemente ese parapeto que erige entre ella y la realidad (“Puedo llorar cuando veo en el periódico la foto de una familia que ha tenido la desgracia de verse en la calle, pero esa misma escena, tan cotidiana, vista en la realidad no me conmueve”), esa frialdad que rodea todo lo que cuenta, desde lo más trivial a lo más vergonzante, produce un cierto distanciamiento con el lector, al menos lo consiguió conmigo. Tanto es así, que me llamaba más la atención todo lo que callaba que lo que expresamente decía: las referencias a los años de guerra y ocupación nazi apenas ocupan más allá de una página en toda la novela, pasa casi de puntillas sobre lo que siente tras sus abortos, nada o muy poco hay en estas páginas acerca de la celebridad que tuvo que llegar a ser como escritora, siendo muy curiosa la forma en la que se describe, una joven sin apenas educación, ignorante de casi todo y sin muchas ganas de dejar de serlo, a la que no parece interesar nada que no sea escribir. Sus aspiraciones, más allá de sus poemas y novelas, eran como las de cualquier jovencita de la época, tener un hogar, un marido al que le entusiasmaran las chicas rubias de pelo largo y un hijo.

“De pronto es un hecho, Inglaterra le declara la guerra a Alemania… ¿Publicarán ahora mi poemario?... me siento incapaz de odiar a los soldados alemanes que taconean por las calles. Bastante atareada estoy con mi propia vida y con mi futuro incierto como para pensar también a nivel nacional… para mí son buenos tiempos. Voy a casarme, tengo un hijo, tengo un marido joven al que amo…”

Por el contrario, la segunda parte de Dependencia es, perdónenme el cliché, una bajada a los infiernos de la drogadicción justamente más impactante cuanto mayor es esa frialdad, naturalidad y sinceridad que antes solo consiguió distanciarme. Un relato estremecedor de lo que significa perder completamente el control de su vida.

“¿Y si le dijera la verdad? ¿Y si le contara que me he enamorado del líquido claro del interior de una jeringuilla y no del hombre que era su propietario?”
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Gemmaentrelecturas
 10 January 2023
«Detesto los cambios. Es complicado seguir de una pieza cuando las cosas que te rodean cambian de cara»
 
Una de las poetisas danesas más conocidas y singulares, pero para mí desconocida. Esta obra recoge las memorias que escribió Tove a lo largo de su vida, tres escritos: Infancia, Juventud y Dependencia. Sobrecoge el final, cuando narra como oculta su adición a Víctor, sobre todo porque tras terminar, leí, cuándo y cómo murió. Un ejercicio personal que no debió ser fácil de escribir, explorar cada detalle de la vida de uno mismo, reconocer sus adicciones, sus errores personales y sus malas decisiones, ser consciente de dónde viene el desequilibrio emocional que carga, un ejercicio complicado que narra sin maquillar. «La relación con mi madre es estrecha, dolorosa y trémula, siempre debo andar buscando algún indicio de amor. Todo lo que hago lo hago para complacerla, para hacerla sonreír, para aplacar su furia». «Las personas que tienen una infancia visible, se llaman niños; se les puede tratar como a uno le venga en gana porque no hay nada que temer de ellas. No disponen de armas ni caretas». Sufrió acoso escolar.
 
«Los adultos dicen que tuvieron una infancia feliz. Yo lo que creo es que han logrado olvidarla».
 
                En esto hay parte de verdad, con el paso de los años se suele suavizar las aristas, ajustar esos recuerdos a una infancia feliz, para tener una adolescencia y, sobre todo una madurez equilibrada, el problema es cuando esas heridas, esas aristas siguen lacerando, y terminan parcheándose y ahogándose en alcohol y drogas.
                Tove es una mujer sensible que da pequeños detalles sobre las personas que se cruzaron en su camino, cuenta sobre la madre y la hija de la pensión, «los domingos desfilan por delante del asilo para inválidos de Gronmingen y al ver a los tullidos les mejora el humor». No es de malas personas, sí mediocres, sienten alivio, porque no les ha sucedido a ellas, dos mujeres con una vida vacía, con la autoestima baja, que no encuentra más felicidad que en el dolor ajeno porque a ellos no les sucedió.
                Al final, en la juventud, esa libertad y felicidad que iba a lograr cuando se alejase de la casa de sus padres no la encuentra y escribe, «recuerdo con pena mi infancia variada y repleta de aventura». Las personas sensibles terminan encerrándose, «Me había vuelto muy vulnerable y no quería exponerme a más decepciones».
 
                Y vamos leyendo, y vamos descubriendo como las heridas que no se curar, las conversaciones que no se tiene, las situaciones no resueltas, son piedras que nos anclan e hunden. Muy recomendable. 
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michislibris
 04 January 2022
Infancia, Juventud y Decadencia son los tres capítulos que conforman ‘Trilogía de Copenhague', la novela autobiográfica de Tove Ditlevsen, editada por @seix_barral. En cada uno de ellos conocemos una etapa distinta de la vida de la autora, y las inquietudes y preocupaciones que habitaban su mente. Desde los deseos de una niña que quiere ser poeta, a pesar de las objeciones de su padre, y que busca ardientemente el amor de su madre; hasta convertirse en una mujer adulta que tiene que hacer frente a las adicciones y a lidiar con el éxito literario en un contexto en el que el mayor logro para una mujer es encontrar un buen marido que la mantenga.

La pluma y la vida de Ditlevsen son adictivas. Estructurada en capítulos muy breves, la autora nos abre por completo las puertas a sus más profundos pensamientos, miedos e inseguridades. Nos va guiando a través de un recorrido que empieza siendo esperanzador e inocente hasta adentrarse en los rincones más oscuros y lúgubres a los que puede llegar alguien en vida. Esta escritura del yo, que también se puede encontrar en autoras como Mary Karr, me parece una de las más complejas y potentes. Tener esa habilidad para recrear episodios dolorosos de tu vida, para reabrir heridas que todavía no han cicatrizado y mostrarte vulnerable, me parece un gran acto de valentía.

La novela se vuelve todavía más trágica cuando descubres que la autora se su*cidó en 1976, con 59 años, dejando atrás una vida de claroscuros en la que sus momentos de mayor felicidad siempre estuvieron frente a una máquina de escribir. Me sorprende lo poco que había escuchado hablar de Tove Ditlevsen, porque no solo es de las mejores novelas que he leído este año, sino que se convierte en una autora de referencia que a partir de ahora no dudaré en recomendar.
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monica_ag_7
 15 November 2023
Trilogía de Copenhague recoge los tres libros de memorias que escribió Tove Ditlevsen: Infancia (1967), Juventud y Dependencia (1971) y que Seix Barral ha recogido en un solo tomo. Ditlevsen es considerada una de las voces fundamentales de las letras danesas. Publicó más de veinte libros entre los que se pueden encontrar cuentos, poesía, memorias y novela.

Nuestra autora se abre en canal desde el minuto uno en el que comienza el relato. Nos cuenta su vida, al mínimo detalle, de una manera abierta y muy cruda. Desde el inicio de Infancia podemos ver las difíciles vivencias a las que tiene que enfrentarse. Se siente infeliz. Ella quiere estudiar, solo quiere escribir. Sus padres no se lo permiten y ella no se rebela ante esta negativa y en Juventud nos relata todos los trabajos que debe hacer para sobrevivir, hasta conseguir un habitacion propia para poder escribir.

Tove se observa y se estudia constantemente, es inteligente, pero se siente insegura, dependiente. Fuera de la realidad que la rodea lo único que la hace seguir adelante es la escritura. Escribir, publicar y ser leída es su mayor deseo. Es su necesidad más vital. Solo escribir la hace feliz.

Rodeada de incultura ella solo busca personas cultas a las que admirar, con las que relacionarse. En Dependencia nos cuenta las relaciones con sus maridos y su camino por la maternidad y es a lo largo de todo este periodo donde Tove nos hace partícipes, sin ningún tipo de vergüenza, de su capitulo más cruel: su adicción a las drogas.

Aunque el apartado Juventud quizás sea con el que más me ha costado conectar, Ditlevsen hace que te metas de lleno en la historia, por su crudeza y también por su sinceridad y por cómo tanto la voz y el tono están increíblemente bien definidas a lo largo de las tres etapas.

Merece la pena conocer su historia ✨
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monichiiiiiiiiiiiu
 02 March 2024
"Yo sé que cada persona tiene su verdad, igual que cada niño tiene su infancia". La escritora danesa Tove Ditlevsen (Copenhague 1917-1976) dejó constancia en la Trilogía de Copenhague su infancia, juventud y vida adulta de una manera dolorosamente bella. Uno sabe, en cuanto la ve llegar a cierto punto, que la cosa no va a acabar ni medio bien. Ditlevsen, y esto no es espoiler porque lo puede leer cualquiera en la Wikipedia, se suicidó con 59 años después de años bregando con diversas adicciones. Me asombra como el no querer estar aquí puede compaginarse con una vida artística tan rica como la suya; Ditlevsen llegó a escribir más de treinta obras y eso que había periodos en los que las drogas la dejaban tan KO que no podía ni pestañear. Hay gente con talento, genio, duende, vaya usted a saber qué y esta mujer lo tenía. A raudales. La obra se divide en dos partes; la primera es, según mi humilde opinión, la mejor. Relata su infancia de una manera que te deja los pelos como escarpias. Fantasía.La segunda parte es muy sombría y acaba de una manera muy cortante, muy "pues pongo el fin aquí mismo y chimpún". No sé si hay más, si sigue con su vida en otros libros o no, pero me gustaría seguir leyéndola porque me ha parecido muy interesante. "La infancia es larga y estrecha como un ataúd, y no se puede escapar de ella sin ayuda".
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Las críticas de la prensa (1)
Abc21 September 2021
La escritora danesa narró su tormentosa vida en una autobiografía, ‘Trilogía de Copenhague’, que por fin se publica en España.
Leer la crítica en el sitio web: Abc
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