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La primera vez que intenté leer este libro, tuve que dejarlo porque no veía posible que lo pudiese terminar y a principios de este año, lo volví a tomar con la grata sorpresa que era mucho mejor de lo que imaginaba. Lo que sucede con este libro, es que difícil tomarle el ritmo a la narración de Isak Dinesen y más porque no hay una trama en particular sino que simplemente son las experiencias de la autora durante su estadía en África. No sólo se trata en lo que ella vivió, sino también de las historias que le contaban los nativos, la diferencia de culturas, el encuentro con personas de su misma nacionalidad y sus pensamientos respecto a los compatimientos de los humanos. Me parece que la lectura es muy diferente en lo que suelo leer y me impactó en cierta medida, porque yo estaba esperando que en cualquier momento hubiera un acontecimiento que haría que la narradora se concentrase y que todo su relato girara en torno a una decisión o acción en particular, pero no. La historia es muy tranquila y sencilla, Dinesen sólo se dedica a la descripción de costumbres, culturas y relatar anécdotas curiosas en las que fue partícipe o escuchó. La novela está dividida en cinco partes: Kamante y Lulú: En la primera parte nos narra las costumbres de un cocinero que tuvo a servicio, nativo de áfrica, y su peculiar forma de cocinar. Y por otro lado, nos cuenta una curiosa historia con una gacela. Un accidente en la granja. de todas las partes del libro, esta es la más interesante. Me parece que fue la que leí más rápido porque pensé que la obra giraría en torno a este suceso, pero resultó ser una simple anécdota. Parte que me sirvió para entender completamente la intención del libro. Todo gira en torno a un accidente relacionado con una escopeta y unos niños de la región. Visitantes en la granja. Aquí, la autora relata varios encuentros con diferentes personajes curiosos que llegaron a visitar su granja. Uno que otro causa extrañeza o sacará carcajadas por sus ocurrencias. De la agenda de un emigrante. En esta parte, simplemente se limita a descripciones de paisajes, animales o costumbres. Adiós a la granja. Tal y como dice su título, es el cierre de este libro donde se nos explica el porqué no pudo conservar la granja (desde un inicio nos dicen en la obra que no la pudo conservar). Creo que es una buena lectura para leer algo diferente y conocer más nuestra bella humanidad. |
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