Justicia

La normalmente tranquila ciudad de Bilbao se va a haber envuelta en una serie de crímenes que tienen en jaque a la policía. Por una parte, una mujer que se acaba de jubilar de su trabajo en un banco y vuelve a casa tras celebrarlo con sus compañeros de trabajo, es asesinada, aparentemente para robarle. Su pareja, Antonio Arzamendi, también jubilado del mismo banco, está desesperado: llevaban unos años juntos, acababan de hacerlo público y tenían un gran proyecto en común. Solo hay un testigo del crimen: un cubano llamado Osmany Arechabala que se encuentra en Bilbao porque su hijo también ha sido asesinado. Él vive con la viuda, su nuera, y su pequeña nieta, a la sazón un bebé. Es un militar retirado y quiere utilizar sus conocimientos para tratar de averiguar quién mató a su hijo pues la policía no ha sido capaz de llegar a una conclusión clara. Es testigo del crimen de la novia de Arzamendi y está convencido de que no ha sido un robo sino un asesinato por lo que ayudará a éste a investigarlo extraoficialmente.

A esta extraña pareja de investigadores se unirán un ertzaina en activo y un abogado a quien un rico empresario contrata para investigar el asesinato de su hija, empresaria de éxito. Y es que no sólo hay un asesinato sino varios: unos cuantos empresarios de Bilbao han sido asesinados y junto a los cadáveres aparece la palabra “justicia”. ¿Hay una banda terrorista sembrando el terror en Bilbao? ¿Están todos los crímenes relacionados? ¿Quién se está tomando la justicia por su mano?

He de reconocer que el libro me dio buenas vibraciones tan solo con verlo. Ese título tan conciso pero evocador, ese Bilbao tan oscuro y esa sinopsis…. Estaba claro que es el tipo de libro que me llama la atención y con razón: lo he disfrutado mucho.

La trama está muy bien trazada y hasta que no avanzas bastante en ella no consigues ver el armazón, más que nada porque hay varios giros que desarman todo para volver a armarlo. El quid de la cuestión me ha recordado a un libro muy conocido en este género (que no os señalo para no dar pistas) aunque el autor sabe darle un aire distinto y, en cierta manera, más complejo. Pero, en todo caso, el autor ofrece las piezas del puzle pero no las instrucciones para montarlo: serán la cuadrilla de “investigadores” protagonistas de la novela quienes deben ir armándolo a costa de acierto y error. También el lector puede intentarlo aunque ya os aviso que no es fácil resolverlo.

El escenario me ha gustado mucho. Es un punto muy atractivo para mí cuando una novela se sitúa en una ciudad conocida y nos muestra su cara más escondida. Díez Carmona nos hablará del Bilbao de los grandes empresarios pero también de ese Bilbao de la calle San Francisco, tan desconocido para los de fuera y que autores como Jon Arretxe han sacado a la palestra. Un Bilbao, cómo no, bañado por el eterno xirimiri.

Los personajes son uno de los puntos fuertes de la novela. Me han gustado esos cuatro co-investigadores: el cubano, el jubilado, el abogado y el ertzaina y su improbable relación. Cada uno por un motivo, todos tienen interés en averiguar quiénes están detrás de los crímenes, algunos un interés muy personal. Y todos aportan lo que buenamente pueden, normalmente conocimientos de su profesión: banquero, abogado, militar y policía. Entre todos ellos, el que más me ha gustado es Osmani, el cubano. No tengo muy claro por qué es mi preferido, quizás por su pasado, quizás por su presente, quizás porque es el que menos interés personal tiene en los crímenes y, sin embargo, es el que más se moja… No sé bien por qué pero me ha conquistado. Sin desmerecer a los demás, por supuesto.

Es un narrador omnisciente quién nos va contando los entresijos de la acción. Lo hará focalizando en cada uno de los protagonistas, dándonos así la visión de todos ellos. El autor combina con acierto la narración y el diálogo y, aunque hay algún momento en el que el ritmo flojea un poco, la mayor parte del tiempo se mantiene ágil; y, por supuesto, se acelera según va llegando el final como suele ser habitual en este tipo de novela.

La novela se estructura en cincuenta y cinco capítulos de más bien corta extensión. Es de sencilla lectura, consiguiendo el autor mantener el interés lector a lo largo de toda ella. Además de la investigación de los crímenes en sí, no son desdeñables las historias personales de los personajes. Y tampoco la parte de crítica social, poniendo el énfasis en ciertas actividades del sector bancario y empresarial.

Conclusión final

He disfrutado mucho leyendo “Justicia”, una novela que transcurre en el Bilbao más negro protagonizada por una cuadrilla de “investigadores” de lo más curiosa. Recomendable.


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