Grandes Esperanzas

"Me daba la impresión de que al pararse los relojes se había detenido el tiempo en aquella misteriosa mansión, y de que mientras yo y todo lo demás que había fuera de la casa crecíamos y aumentábamos de edad, todo en la casa permanecía encantado. Jamás entraba en ella la luz del día, ni en mis pensamientos y recuerdos, ni en la vida real. Esto me hechizaba, y bajo su influencia yo continuaba en el fondo de mi corazón odiando mi oficio y avergonzándome de mi hogar."

Definitivamente ésta es una obra muy extraña del autor. Tiene cosas bastante alejadas de la lógica o del raciocinio más lógico. Los personajes, algunos, son tétricos, lindando en lo fantasmagórico y, finalmente, no entiendo qué quiso expresar exactamente Dickens. Toda obra, por más surrealista que sea, llega a tener cierta intención. Dickens, por supuesto, es de un estilo bastante convencional y clásico por lo que me sorprende más saber su real intención en medio de tanto caos.
La historia, a mi parecer, empieza muy bien. Todo hace indicar que estaremos ante una novela de crecimiento y esto se va desdibujando a medida que pasan las acciones. Empezamos conociendo al niño Philip Pirrip, quien es más conocido como simplemente Pip. Él vive en una casa bastante modesta junto a su hermana Georgiana y su cuñado Joe Gargery. Pip y Joe son sometidos a la insoportable y malvada Georgiana quien los trata de mala manera. Ambos trabajan en la herrería y Pip parece acostumbrarse tranquilamente a esa vida. Pero un incidente con un prisionero llamado Provis empezará una serie de acontecimientos que llevan a cambiar la vida de Pip.
Primero, conoce en persona a la enigmática y grotesca Sta. Havisham, quien luego de ser plantada el día de su boda ha desarrollado un odio hacia los hombres y vive rodeada de los recuerdos de su boda en una actitud por lo menos estrambótica. Ella tiene a su cuidado a la hermosa Estella, a quien inculca todos sus "conocimientos" sobre diversos temas y parece querer formarla para algún día unirla a un caballero.

"Comprendía con dolor, muy a menudo, ya que no siempre, que la amaba contra toda razón, sin contar con promesa alguna contra la paz de mi espíritu contra toda esperanza en detrimento de mi felicidad , a pesar de todos los motivos posibles de saliendo"

Pip, tendrá la gran labor de "volverse un caballero" y de eso tratará la novela. Como mencioné me gustó mucho el inicio. Es muy entretenido, gracioso e irónico; con la hipocresía de los burgueses que cuando Pipp se alza es otra persona para ellos. También es irónico al burlarse de las maneras de los provincianos. Hay un contraste entre lo que Pip es y desea. Pero este deseo es algo vacío, la misma aventura le llega como un accidente y eso hace que no se explique bien sus motivaciones. A pesar de ello, el ritmo es muy bueno cuando él conoce poco a poco a mucha gente como el implacable Sr. Jaggers, al extraordinario Wemmick y al generoso Herbert Pocket. No llegamos realmente a vivir al completo este crecimiento de Pip y creo que eso me hizo bajarle tanto el aprecio a la novela, la tercera parte final se me hizo aburrida. No me gusta que Pip dependa tanto de personajes siniestros. Casi se puede decir que ellos son los principales. Y ya con esto me llegó un poco al aburrimiento que las novelas de Dickens siempre tengan a ladrones como punto muy importante. Creo que la premisa era muy buena pero el desarrollo y el final terminan por hundir la historia en general. El gran interés de Pip y que solía manejar toda la trama parece casi olvidado en las partes finales del libro.
Igual, hay muchas cosas que destacar, al inicio no podía dejar de leer; las ideas de la hipocresía burguesa, del daño psicológico de un desamor, el criar sin amor y solo con el objetivo de volver a una persona muy orgullosa, el dar la importancia a quienes realmente te quieren y te apoyan y Etc.
Creo, por todo ello le doy 4 estrellas pero por el desarrollo le pondría hasta 3.

"Nunca tuve una hora de felicidad en su compañía, y no obstante me pasaba las veinticuatro horas del día sin pensar en otra cosa que en la felicidad de tenerla conmigo hasta la muerte."

Esta historia es cautivadora desde el principio hasta el final. La vida de Pip, un hermano quién vive con su hermana y esposo, da un giro inesperado cuando recibe la ayuda de un completo desconocido, sumado a esta incógnita Pip siempre ha estado enamorado de Stella, uno de los personajes de la literatura que más pueden molestarme, pero esa relación le da ese toque que hace inolvidable a la novela.

Este es un clásico de esos que no se olvidan una vez leídos. Llevaba en mi lista de pendientes desde hace siglos y por fin le llegó su turno.
Escrito en primero persona desde el punto de vista de Pip, un niño que me ha obligado a desplegar todo el abanico de sentimientos posible, dependiendo de la parte del libro en que me encontrara, y son tres bien diferenciadas, según sus etapas de la vida.
Lo cierto es que la parte que más me ha gustado es la de la infancia, mientras convive con su hermana mayor y su marido, con un trato que hoy podría considerarse violencia familiar. Besitos para Joe, el cuñado, collejas para su hermana, aunque más tarde me he arrepentido de dedicarle las palabras tan poco apropiadas para una dama.
Durante la adolescencia, cuando empieza a hacer cosas que me han hecho darme más de una vez con la mano abierta en la frente, collejas para Estella, besitos para su amigo Herbert y un gran collejón para el mismo Pip, porque es tan desesperante como cualquier otro de su misma edad, salvando las distancias de la época, le veía perfectamente jugando a la Play Station con sus compañeros de estudios.
Por último pero no por ello menos importante, en la que tiene que tomar decisiones como persona casi adulta, admito que es con la que menos he disfrutado por un lado, pero la que más sorpresas me ha traído. Me ha dado tantas vueltas que no estoy muy segura de a quién darle besitos y qué personaje se gana las collejas.
Una lectura que necesita su tiempo, se disfruta más saboreándola y estudiando al elenco que aparece y desaparece, en todo un alarde de psicología, se pueden sacar muchos datos de la forma de actuar de cada uno. Es una lectura, con una ambientación maravillosa, un tremendo testimonio de la sociedad inglesa del siglo XIX, os la recomiendo si, como yo, lo habéis pospuesto por temor a lo que os podéis encontrar.

Siguiendo con la lectura de autores clásicos, es el turno de Grandes Esperanzas, - el título original Great Expectations se ajusta mejor a la temática planteada - , una de las obras más conocidas de Charles Dickens, publicada por éste, en forma de episodios, en 1860.
De tono biográfico y costumbrista, cargado de crítica social - por ejemplo hacia el comportamiento hipócrita y egoísta de poderosos , o al efecto pernicioso del dinero -, y con un fuerte mensaje moralizante, que destaca el valor de la amistad, de la lealtad, del verdadero amor, y de la redención; nos encontramos con un relato que por momentos se nos hace muy entretenido y llevadero y por momentos se lentifica, pero que tiene como puntos más altos la muy buena descripción de tipos sociales y actividades propias de esa Inglaterra tan dinámica y cambiante de mediados del siglo XIX; la caracterización en tono burlón y casi caricaturesco que hace de pintorescos personajes y situaciones - por ejemplo, de un funeral -, y, por particularidades de la trama, del trabajo de herreros, comerciantes, navieros, y abogados, del desempeño de la justicia, y de la vida carcelaria.
Narrada en primera persona, tiene como protagonista a Pip, quien, en forma retrospectiva comienza el relato de lo que fue su infancia - en un pequeño pueblo rodeado de pantanos - , pobre, maltratado, y criado a los golpes por su hermana , de cómo tiene que ayudar, bajo amenaza, a un presidiario fugado, de cómo va creciendo acompañado por Joe, su cuñado y mejor amigo, un herrero más bien simplón y de buen corazón, que , ya más grande, lo toma como aprendiz, y por Biddy, su mejor amiga, que le enseña a leer y escribir; y de cómo su vida comienza a cambiar cuando, años después, conoce a una excéntrica y adinerada anciana y a Estella, una hermosa pero fría, soberbia y egoísta joven que vive al cuidado de la anciana, y de quien se enamora perdidamente.
Así nacen sus dos grandes deseos - las expectativas a las que se refiere el título- : abandonar su vida pobre y su futuro como herrero, ascendiendo socialmente, y lograr el amor de Estella.
De esta forma, va desarrollándose una trama, en la que, incluyendo algunos momentos más introspectivos, y otros de más acción, Pip nos va contando qué ocurrió con sus "grandes esperanzas".
En definitiva, una obra que , sin sorpresas, entretiene, y, sobre todo nos muestra a la vez las características de una época y de una sociedad del pasado, y, también, de cómo se escribía en aquella época, motivos más que suficientes, para recomendar su lectura.
Enlace: https://sobrevolandolecturas..

Esta fue la novela con la que me reencontré, ya muchos años atrás, con este Gigante de la novela después de una (feliz) saturación en mis años mozos. El deleite y el asombro seguían ahí, y redoblados en esta obra de madurez, de plenitud de su genio, ácida y melancólica hasta ese final en tono menor. Retorno a ella gozoso en nuestro grupo de clásicos, tras haber disfrutado de alguna relectura más en el magnífico téconDickens; y vuelve la misma dichosa sensación de visitar a un viejo amigo.

Sin abandonar la ácida crítica a la injusticia social, ni a lo desnortada que es la misma institución de la Justicia, aquí se muestra en sus demoledores efectos la insania de la hipocresía y la fatuidad, lo mucho que perdemos si tomamos por guía la ambición infundada o perdemos la base de lo que somos en aras de la aceptación de los demás. Hay algún personaje paternal y enriquecedor (por encima de todos el bueno de Joe), alguno sobre el que pivotan los cambios y que harán que despierte la súbita revelación, la compasión y redención del protagonista, una musa presente en las nieblas y los atardeceres... y Pip, el inolvidable y exasperante Pip.

Con la divina gracia en combinar la agilidad con lo minucioso, en escribir escenas fluidas y aladas en todo momento, hasta en esas tan deudoras de su tiempo y de su sentido del humor, Dickens nos construye con su habitual maestría (y más "contenido" que en otras ocasiones, y con una curiosa plétora de metáforas extraídas de la navegación), una historia en la que toda persona y toda acción van encadenando el ritmo y contenido mientras viajamos de esos sombríos y húmedos marjales a la desquiciante capital, mientras leemos pasmosos y alborozados.

No hace mucho que soy lectora de Dickens, era un autor que me causaba mucho respeto... Aún me lo causa. Y no se si me veo capacitada para juzgar estas obras en su justa medida. Así que me limitaré a decir que aunque en algún momento se me hizo cansado, he disfrutado mucho con la magistral forma de narrar del autor.

La novela narra la vida de Phillip Pirrip o Pip, un niño huerfano, pobre y con un futuro como herrero poco esperanzador. Siendo todavía un niño, un encuentro casual cambiará su vida por completo dándole la posibilidad de convertirse en un caballero y abandonar así la precariedad de su vida.
.
Lo primero que quiero destacar de la novela es su inicio, me encantó. No me sorprendió que Dickens tuviera un estilo brillante, pero sí que fuera tan accesible y que tuviera tanto sentido del humor, a pesar del tono tan melancólico de la historia. Una historia a la que no le faltan lecciones morales ni una profunda crítica social; nos habla de expectativas, de ambición, de diferencia de clases y sobre todo de la búsqueda de una identidad propia.
.
Pip no es un protagonistas intachable, es más, tiene actitudes muy reprochables que hizo que se ganara mi antipatía, pero es un personaje muy interesante y con grandes matices. Pip es el único personaje que no está llevado al extremo; no es ni bueno ni malo, es imperfecto, tiene claroscuros y precisamente por todo eso es personaje muy real. Me gustó mucho su evaluación a lo largo de la historia y al final consiguió ablandarme.
.
En cuanto al ritmo, me pareció bastante irregular. La novela tiene giros muy interesantes, un misterio que te mueres por resolver y había momentos en los que no podía despegarme del libro, pero en otros la lectura se me ha hacía muy pesada... sobretodo porque Dickens se empeña en describirlo todo con pelos y señales.
.
En definitiva, "Grandes esperanzas" no es una novela perfecta, pero merece la pena. No sé si será cosa mía, pero siento que es una de esas historias que necesitan reposo y que ganan con el tiempo.

Hoy os traigo la reseña de un clásico de uno de los escritores mas laureados de todos los tiempos: Grandes esperanzas de Charles Dickens.
El libro fue escrito en 1860 siendo una de las últimas novelas de Dickens.

En este libro conoceremos la vida de Pip, un joven huérfano que es acogido por su hermana y con un futuro no muy prometedor marcado como ayudante en herrería. Su vida cambia cuando conoce a Miss Havisham y su hija adoptiva Estella, de la cual se enamora perdidamente. Miss Havisham es una mujer rica y extrambótica que mostrará un curioso interés en Pip y en la formación de este.
Pip se convence de que tiene que conseguir ser caballero para poder conseguir el amor de Estella, pero cuando piensa que su futuro está unido irremediablemente a la herrería de su cuñado, recibe una ayuda económica de origen desconocido que le convertirá en caballero.

Recomiendo totalmente la novela. Aunque tiene una parte intermedia que quizá pueda resultar algo más pesada, el inicio y el final están muy bien. Seguramente muchas reseñas critiquen al personaje protagonista y a decir verdad si se trata de un personaje imperfecto que a lo largo de la novela desarrolla todo tipo de defectos y no trata de forma adecuada a la gente que siempre le apoyo. Pero creo que esa imperfección representa a la perfección al ser humano y con esto Dickens lo coloca en un plano completamente distinto al de resto de personajes.
Mientras que el resto de personajes están llevados al extremo: desde la bondad sin límites que representa Joe, la sensatez de Biddy o la ausencia de cualquier tipo de sentimientos de Estella; el personaje de Pip es un símil perfecto de la inexactitud del ser humano, ya que un ser humano no es de un color solo, es de una gama inmensa de colores, a los que para entenderlos hace falta mucha dedicación. Y eso es lo que es Pip en esta novela en contraposición con el resto de personajes que tienen un caracter mucho más marcado.

Como dato curioso, la novela fue escrita en fragmentos que iban siendo publicados de forma periódica y Dickens escribió dos finales para la novela. al final, las novelas que fueron publicadas por entregas siempre corren el riesgo de tener tramos más lentos ya que los autores debían cumplir con un número de entregas, y desde mi punto de vista, esto ocurre en la mitad de la novela.

Como conclusión, he de decir, que en el momento de leerlo no me estaba encantando. Pero con el tiempo se ha convertido en uno de mis clásicos favoritos y estoy feliz de haber conocido esta historia. Es de estos libros que a pesar de todo, siempre recordarás con cariño, porque esconden en su interior una gran lección de vida.

Dickens nos presenta la vida de Pip, un niño huérfano y pobre que, por determinados comentarios que recibe, comienza a avergonzarse de su vida humilde y desea con toda su fuerza lograr tener dinero, de esta manera cree que logrará poseer todo lo que desee.

Cuando un buen día recibe la notificación de que un benefactor misterioso le ha dejado una fortuna, Pip verá su sueño convertido en realidad. ¿Es tan maravillosa la vida lujosa como él se pensaba?

Tenemos en nuestras manos la penúltima obra de Dickens que inicialmente fue publicada por fascículos en una revista, y eso se nota. La mayoría de capítulos dejan con ganas de más.

Grandes Esperanzas me ha hecho sentir una gran cantidad de sentimientos, tan pronto disfrutaba de la narración, cómo tan pronto me aburría sobremanera, en otras ocasiones me emocionaba y en otras me cabreaba.

Es una novela que no contiene demasiada acción que haga que el lector no pueda soltarla, en numerosos momentos tiene un ritmo pausado y lento que puede dificultar el ritmo de lectura.

Está repleta de personajes complejos que, en mi caso, no han logrado caerme bien prácticamente ninguno y quizá ese ha sido uno de los motivos que ha hecho que no logre disfrutarla en su totalidad.

Por otro lado, los misterios que se iban presentando no me han sorprendido en ningún momento su resolución y la inmensa mayoría me los he visto venir, pero esto no desluce en absoluto la maestría de Dickens para hilar sus historias y lo perfectas que las hace.

Me ha gustado mucho la evolución de Pip a lo largo de toda la trama y al final logra conmoverme y, lo más importante, logra que comprenda cada acto cometido en la obra. El final que el autor le da me ha parecido perfecto y sorprendente.

Estoy convencida de que la historia ganará más con una relectura, en otro momento de mi vida. Pese a los puntos negativos y lo que me ha costado leerla, al finalizarla me ha dejado con un gran sabor de boca. He disfrutado en lineas generales de la trama y, aunque para mi no es una de las mejores obras de Dickens, ha sido toda una experiencia leerla.

He tenido la suerte de leerlo con la magnífica traducción de @miguelangelperez.perez.

La historia nos cuenta la vida de Pip, un huérfano al cuidado de su hermana y su marido. Y de como su destino cambiará gracias a un benefactor anónimo que hará de él un caballero.

Podría decirse que es una novela de aprendizaje, pues acompañamos a Pip desde su niñez hasta la edad adulta con todos los cambios que eso conlleva y le vemos pasar por muchas situaciones de las que sacará lecciones valiosas. Llegó un momento en que se me hizo antipático y bastante desagradecido pero luego descubrí que era necesario para la trama. Y además le dota de un carácter más real que a otros de los protagonistas de sus novelas, siempre tan bondadosos.

Igualmente el resto de personajes tampoco son como en otras de sus novelas, tan extremos, o santos o malvados. En este caso los personajes son bastante más complejos y eso me gusta.

He podido conocer el final original de la obra y a decir verdad me gusta mucho más, es más auténtico y tiene mucho más sentido que acabe así.


En definitiva he disfrutado tanto que me ha costado volver a coger el ritmo de lectura tras terminarlo pues nada me parecía lo suficientemente apetecible. Te atrapa desde el primer momento, pero sobretodo a partir de la segunda mitad. No podía parar de leer.