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Las novelas de Dickens me gustan gracias a la excelente pluma del autor. En esta ocasión, Grandes esperanzas es una novela intachable en cuanto a la calidad literaria, sin embargo, sentí que la trama de "niño huérfano maltratado" está algo trillada (sobre todo después de leer Oliver Twist y David Copperfield). Esto hizo que leyera el libro tranquilamente, con cierto interés, pero sin esas ansias por querer saber cómo termina. Esta sensación se debe, en parte, a la actitud del protagonista. A lo largo de la historia Pip demuestra constantemente que es un desagradecido, clasista y cobarde, rechazando todo cuanto le rodea en su niñez porque se considera superior y cree que merece algo mejor. Esta actitud me generó cierta antipatía y estaba deseando que llegara el momento en el que echara de menos precisamente todo aquello que rechazaba de niño. En la introducción nuestro protagonista se cruzará con un excéntrico personaje (lo podemos ver en la portada) que no será realmente relevante hasta la tercera parte de la historia. Además, Pip también conocerá a la joven Estella y a la anciana señorita Havisham. Los capítulos en la mansión Havisham me parecieron extraños y que no encajaban con el estilo del autor. Al igual que en sus otras novelas, Dickens describe la ciudad como un foco de suciedad, maldad y perversión, repleta de extraños individuos. Mientras que la vida rural es tranquila y sencilla, con los típicos vecinos cotillos. Quiero destacar a Joe, Biddy y Herbert, unos personajes encantadores cuya amabilidad Pip no se merecía. El resto de personajes me parecieron extraños, extravagantes y hasta ridículos. El libro se divide en tres partes de 250 páginas cada una. Se nota mucho que es una novela escrita por entregas; cuantos más capítulos añadía Dickens, más dinero recibía. Por esa razón es un libro tan extenso con un ritmo de lectura pausado, donde al menos la mitad de los capítulos resultan irrelevantes para la trama. Eso sí, admito que no vi venir algunas de las revelaciones del desenlace, como cierta boda que se celebra en el final. Aunque se agradece poder disfrutar de la pluma de Dickens, no puedo afirmar que Grandes esperanzas me haya cautivado. Me ha entretenido durante un par de meses, pero no ha dejado huella. Saludos ;) |
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