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Es inevitable para mí empezar esta entrada comentando que no es necesario haber leído a Dickens para conocer esta historia. Muchos de nosotros (me incluyo), hemos leído cuentos desde niños, visto series o películas, sean animadas o no, donde cuenta, hacen referencia o son adaptaciones de esta novela tan especial de Charles (Los Fantasmas de Scrooge, Los Simpsons, Barbie, Scooby-Doo, etc). Si bien todas las adaptaciones que se hicieron en torno a esta historia varían mucho entre sí, algo que mantienen firmemente en común, son los valores y enseñanzas que reflejó Dickens en cada una de sus obras. Ésta en particular nos hace testigos de los cambios que puede sufrir una persona que se pierde a si misma sucumbiendo en la avaricia, el poder y la ambición insana, alguien que olvida sus orígenes y las cosas que de verdad importan en la vida, alguien totalmente enceguecido que es fácilmente repudiable por nosotros, pero a la vez, con rasgos compartidos. Al final somos todos humanos, se nos permite errar, depende de nuestros valores y principios las acciones que vamos a llevar a cabo. Dickens deja muy en claro en este texto, que aún creyendo que alguien está totalmente perdido e irrecuperable, le quedan esperanzas de volver a ser el que originalmente fue. |
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