Fluyan mis lágrimas, dijo el policía

¿Qué pensarías si un día, tras un "incidente", te despertases en un lugar desconocido y nadie te reconociese? ¿Qué sentirías al descubrir que no existes?

Esta es la premisa principal de nuestro protagonista. Que no es un cualquiera. Que no vive en una sociedad que conozcamos. Que descubrirá nuevas caras de su mundo. Y el autor nos lleva de la mano, pero cogidos suavemente, para no ir demasiado confiados. Porque nada en esta vida es seguro del todo, ¿no? Además, siendo esta una excelente novela distópica, tendremos que plantearnos el funcionamiento de esa sociedad y las conductas de sus ciudadanos. Así es que durante unas 300 páginas me he preguntado: "¿Qué ha pasado? ¿Por qué? ¿Qué es esto?" al final, no me ha quedado más que maravillarme por la imaginación de Philip K. Dick.

¿A qué conclusión he llegado? de la historia: que he reflexionado mucho y llenado, a mi manera y cómo he podido, esos vacíos que nos deja el narrador y ese mundo distinto, aunque no imposible. Ojalá me hubiese dado más respuestas, eso sí... de la obra: que ya entiendo por qué se ha llevado un premio (el John W. Campbell, y no es moco de pavo en el mundo de la ciencia ficción) y cómo ha conseguido nominaciones al Nebula y al Hugo. Así que para les amantes de este subgénero, tenéis aquí una más que podría gustaros.