9 días para cambiar una vida

La historia de 9 días para cambiar una vida de Alejandro Díaz comienza con el asesinato del joven Dalet en Madrid. Su amigo Alejandro, protagonista de la novela, será el encargado de aclarar su muerte. Ambos pertenecen al pueblo de Tangor. Es esta una religión en la que predomina el amor a la comunidad y fuertes convicciones morales que dirigen sus vidas. Tienen una fuerte red de comunicación aunque estén separados en diferentes países y todos se ayudan entre sí. Tienen recetas especiales, días señalados, tatuajes que les identifican y determinados acuerdos con el Estado para decidir sobre asuntos propios de su pueblo. Cada capítulo se refiere a uno de esos días, Atsé o día de la paz, Jhaut o día de la unidad…representando los valores principales de esta comunidad y del propio escritor: Paz, Unidad, Progreso, Solidaridad, Justicia, Tolerancia, Compromiso, Ventura y Trascendencia.

Alejandro empieza a investigar. Su amigo fue asesinado en un club de alterne de Aranjuez y estaba acompañado de una joven colombiana. Poco a poco reconstruye los últimos meses de Dalet, que conoció a esta chica, cuyo padre es el Embajador de España en Jerusalén. Tras conocer esta ciudad ambos jóvenes se ven envueltos en una red de corrupción que atañe a altos cargos.

A pesar de que el autor, declara haber escrito esta novela para resaltar sus profundos principios morales, que son los que refleja en los tandorys, yo creo que la finalidad principal es destapar la corrupción que hay en el mundo diplomático español. Funcionarios de carrera que más que buscar el beneficio de su país, buscan el suyo propio beneficiando a determinados proveedores, vendiendo terrenos, con chóferes y dinero para sus asuntos privados. Cada cual ha de decidir si el personaje ruso y el Embajador esconden personajes reales o son totalmente ficticios.

Además de esta crítica, encontramos una revisión mordaz de ciertas costumbres españolas y conductas habituales, sobre todo de la burocracia, la justicia, el Estado que me ha recordado a la crítica de Larra o del 98 que hacían un repaso de todos estos asuntos:
“En España le dije, no hay posibilidad de emprender al margen del Estado, ni del Gobierno, y donde subvenciones, amistades y trapicheos eran lo más frecuente. Los españoles viven en una sociedad gobernada por el chisme y el control social, y creen que el Estado debe proveerles de todo”.
El amor y el sexo están presentes en 9 días: Alejandro es un tipo que gusta a las chicas. La jueza que lleva el caso, Claudia, se encapricha de él desde el primer momento. Mujer apasionada, libre, desinhibida. Por el contrario, Lucía, periodista que escribe sobre la trágica muerte de Dalet, es comedida, modesta.

La nota de humor la pone Antoñito, vecino homosexual de la abuela de Alejandro que le acompañará en alguna de sus investigaciones. Su forma de hablar, la música que escucha y hasta su forma de dormir en el coche nos hacen sonreír muy a menudo.

En sus constantes idas y venidas, el protagonista también nos habla de los mejores bares para desayunar camino de Madrid, del Barrio de las Letras, bares y restaurantes de Madrid…

Además de seguir, el caso de asesinato, nos adentramos en el mundo de la diplomacia, de sus trapicheos y corruptelas tan de moda hoy en día, y decidir qué hay de verdad en ellos.
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