El buen padre

En la Feria del Libro de 2021 una librera me recomendó El buen padre, de Santiago Díaz, cuando le pregunté por un thriller de ritmo vertiginoso. La verdad es que me llamó la atención y por eso me lo compré, pero no le hice mucho caso y lo dejé por meses en la estantería. Y ya a punto de empezar la edición de la FLM de 2022 decidí que era hora de empezarlo.

He de decir que al principio me dejó un poco confusa, no terminaba de entender por dónde iban los tiros ni qué estaba pasando, pero en cuanto llevaba tres capítulos ya me empecé a ubicar. Creo que llegaba un poco oxidada después de una temporada sin leer ninguna novela sobre crímenes.

Lo primero, decir que la librera no mintió en nada. El ritmo de la novela haría saltar todos radares de velocidad de una autopista. Como te distrajeras medio minuto te perdías la mitad de la trama. Pero es que además de este ritmo, los capítulos son adictivos y te dejan siempre con ganas de más. El resultado de esta combinación fue que por unos días mi tiempo libre estaba dedicado en exclusiva a este libro.

Por otro lado, los giros de la trama consiguieron sorprenderme en todo momento. A pesar de que tenía teorías muy cercanas a lo que luego fue el desenlace de la historia, a medida que avanzaba la trama las iba descartando por los giros que Díaz incluía. Por mucho que nos deja de forma sutil las pistas, me costó mucho conectarlas para dar con la solución al caso de la inspectora Indira Ramos.

Y hablando de Indira Ramos, la protagonista de la novela me parece tan peculiar como perfecta para atraparnos y hacer que nos quedemos con ganas de más de ella. Por fin una novela española en que la inspectora no ha perdido un hijo y es meticulosa en su trabajo por ello.

Lo primero que hice según acabé el libro fue buscar en Google la segunda parte. Ahora estoy deseando leer Las otras niñas.