America no le causó una honda impresión a Håkan. Después de haber escuchado tantas historias de Linus, esperaba un mundo extraño y de ensueño. aunque era incapaz de nombrar los árboles, no reconocía los cantos de las aves y le sorprendía el rojo-azul de la tierra árida, todo (plantas, animales, rocas) conformaban una realidad que, pese a resultarle desconocida, pertenecía, al menos, al ámbito de lo posible.
|