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Mi primera toma de contacto con la autora, aunque me gustó mucho, reconozco que esperaba algo más de ella, quizás por ser una escritora con tan buena fama. Nos encontramos ante una historia narrada en primera persona por Macy, nuestra protagonista, lo que permite al lector introducirse más y mejor en la trama y empatizar mucho con ella. La historia en si me ha parecido bastante sencillita, sin muchas complicaciones pero que es de esas que cuando las lees te hacen sentir como en casa, con una agradable sensación de calidez por dentro. No tiene mucha acción, pero tampoco la necesita, es más una historia que hay que dejar fluir. Todo el tema del padre reconozco que me ha tocado la fibra sensible y me ha emocionado. Todo lo relacionado con los productos de teletienda me ha parecido muy entrañable y, en si todos los recuerdos que vemos sobre el padre de Macy me han parecido la mar de bonitos y se han ganado un hueco en mi corazón. El comienzo reconozco que se me hizo algo lento, pero poco a poco, conforme avanzas en la historia te va enganchando, te va envolviendo y hechizando por lo que llega un momento en el que es imposible parar de leer y siempre quieres más, tanto de la historia como de los personajes. La trama no tiene muchos giros argumentales, pero tampoco es algo que necesite pues es un tipo de historia más bien calmada, que no necesita sorprender y descolocar todo el rato al lector. Peca de ser bastante predecible pues este tipo de tramas ya se sabe cómo acaban, pero no es algo que moleste. El amor me ha encantado pues está muy bien cuidado y tratado. Es muy natural, muy fluido, muy creíble…De verdad, cuando lo lee el lector se lo cree a pies juntillas pues es un tipo de amor que se puede dar sin lugar a dudas. Me ha parecido muy dulce, bonito y es de esos que se cuecen a fuego lento, pero reconozco que peca de ser demasiado secundario. Entiendo que lo principal de la historia es Macy y la evolución que vive, pero me habría gustado que el amor tuviese más presencia. El punto más fuerte de la historia es sin dudas la grandiosa evolución que sufre Macy. Esto es algo que ya destaqué en la anterior novela de la autora y, por lo que veo, es algo que caracteriza a sus novelas. Macy crece como persona, madura, aprende a superar el dolor, a enfrentarlo, a superar adversidades, a crecerse ante ellas y no dejarse vencer, a aceptar que la perfección no existe y que nuestros defectos pueden llegar a ser nuestros puntos fuertes y algo que nos fortalece. El lector aprende junto a Macy todo esto y ve como ella se supera pues es algo que sucede a lo largo de toda la historia. El final me ha gustado mucho. Es el esperado, al menos para mí, pero no me ha molestado el hecho de imaginar cómo acabaría pues creo que es un broche perfecto para la historia y me ha dejado un buen sabor de boca, una gran sonrisa en los labios y una muy agradable sensación por dentro. Los personajes creo que están bastante bien construidos y desarrollados y no he sentido que le faltase profundidad a ninguno, aunque reconozco que no me importaría saber más de algún secundario. |
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