El credo falsificado

Como todos los libros de divulgación, éste posee un lenguaje bastante sencillo que nos ayuda a comprender a quienes leemos y no sabemos casi, o absolutamente nada acerca del tema; las bromas son constantes, pero realmente solo pueden apreciarse más o menos la mitad y es que las diferencias entre costumbres del escritor y nosotros se notan a kilómetros, por lo que es probable que la mitad de las cosas que le hacen gracia a él, no nos produzcan nada. Es bastante explicativo, y para aquellos términos que son bastante raros tenemos notas al pie de la página.
Quizás de las únicas cosas que podría criticar acerca de cómo escribe, serían las contantes referencias a otros libros de los cuales no tenemos ni puñetera idea; pero unas cuantas veces los nombró y nos dijo que allí estaba la explicación, ¡sin darla él! hombre, muchas gracias, porque como todo el mundo se pasa la vida buscando posibles libros sobre teología para leer. Y también que hace referencias a muchas otras personas que puede o no que conozcamos (yo no conocía más o menos la mitad) y hay que interrumpir la lectura para esclarecernos un poco en pos de comprender al punto que quiere llegar.
Algo con lo que siento un poco de desilusión es que no se ha jugado con los títulos de los capítulos a favor de que fueran más llamativos. Pero también, teniendo en cuenta que es la divulgación más seria que he leído (que no es que lea mucho del tema, pero ya me comprenden) puedo pasar esto. de hecho, debo hacerlo. En ningún lado dice que la divulgación tiene que ser cómica.
Como dije, este libro no fue exactamente lo que esperaba y es que ya sabiendo mi poca costumbre para leer las sinopsis, lo empecé creyendo que era una crítica general a lo que eran las personalidades de Jesús, María, Dios y todos aquellos personajes bíblicos, de los que les digo de una buena vez que no sé absolutamente nada, más allá de lo que me enseñó este libro porque no soy católica (alcen la mano los paganos griegos 🙋). Pero no, poco se habla realmente de estas personalidades.
Sin embargo, si se hace la típica pregunta de ¿existió Jesús? Lo han tratado de una manera bastante profesional, buscando datos y dándolos a conocer para al final poder afirmar lo que era esperado: no se tiene conocimiento de si alguna vez existió o no. ¿Por qué? porque faltan las pruebas suficientes. Es algo que no se descarta. Si me dejan aventurar, para mí si existió. Y antes de que me maten por decir que no soy católica, pero si creo en la existencia de Jesús; debo aclarar que para mi si existió, pero más que una persona con carácter místico y enviado de Dios, creo que fue un filosofo, como tantos existen, existieron y existirán. Que ya ven, que hay personas que siempre han tenido un conocimiento mucho más avanzado y que tienen ideas superiores a sus épocas. Yo no descarto nada, pero tampoco lo creo mientras no me suceda.
Ésta es la única mención directa que se hace a alguna de las personalidad que conforman la religión. Se siguen teniendo en cuenta, sí; pero más como puntos de referencia y aclarar los puntos que de allí en adelante nada tendrán que ver con ellos, sino con la palabra que viene escrita en la biblia.
Algunos de los temas que trata la obra son los parecidos que tienen los sucesos que se le atribuyen a Jesús con religiones incluso más antiguas. Por ejemplo, el hecho de que haya muerto en la cruz y haya podido convertir el agua en vino, son también cosas que le pasaron a Dionisio, por dar el ejemplo más conocido. Y tal como Jesús nació de una mujer virgen, lo mismo pasó con Buda. Como estos, hay muchos más ejemplos de situaciones similares. Importante, es que el autor no crea un veredicto, quiero decir, no está diciendo precisamente que la biblia se haya copiado de todos los sucesos místicos que se conocían anteriormente, incluso antes de la supuesta venida de Jesús, pero tampoco está diciendo que no lo haya hecho. Lo único de lo que se encarga es de trasmitir información.
También hablan de los cuatro primeros evangelios, siendo que los cuatro tocan las mismas cosas; es un poco improbable que hayan demasiados errores, porque se supone que se atestiguan esos hechos; sin embargo, en donde el primer evangelista anuncia que el pan y pez se repartió entre unos cuantos, en el tercero ya se dice que hay cincuenta hombres, sin contar mujeres y niños. Y cuando en el primer evangelio, Jesús decía que nadie es bueno salvo Dios, en el cuarto dice que nadie le puede atribuir un pecado. Vemos pues, como hay bastante discordancia entre las palabras; discordancia que podría atribuirse a las diferentes traducciones que se han hecho y que para llenar vacíos argumentales, más de una persona le ha metido mano a aquellos textos (esto está totalmente confirmado); pero venga, que yo no les voy a contar todo acerca de lo que habla el libro.
El último tema a tratar es acerca de la infalibilidad del papa. Que bien sabemos nosotros que estos muchas veces se han equivocado y que tal vez la misma cantidad de veces no han tenido respuestas a consultas de carácter religioso, como, ¿puede un vegetariano comulgar aún sabiendo que está comiendo y tomando cuerpo y sangre de Cristo?. Pues venga ya. Tal vez el papa no supo responder, pero si hay una respuesta en el libro. Y hay muchos más ejemplos, pero yo prefiero que lo averigüen solos, si acaso leen la obra.

En conclusión, El credo falsificado, es un libro que trata diversos temas y lo hace con bastante frescura y en base a risas. Puede que peque un poco en algunos aspectos de su narración, y hay cosas que no terminan de quedar claras. No lo recomiendo para alguien que quiera empezar con divulgación, pero para quien ya tenga un poco de experiencia, pues si.
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