 |
Un concepto importante que desarrolla Derrida son las figuras del fantasma y el niño. Desde el nacimiento estamos comprometidos con las raíces que nos rodean, es la “situación de lactante espectral y patriárquico” que se presenta como un aprendizaje previo al nacimiento y posterior al nacimiento se viene el aprender a vivir que se aprende por el otro y por la muerte. El niño y el fantasma van de la mano en la vida, en el aprendizaje las cuales no se sabe cuál es el inicio y cuál es el fin, simplemente nos enseñan a caminar por la vida. En el nacimiento y en la muerte nos enfrentamos al más allá, el niño es aprendiz del fantasma sin caer en la infancia de nueva cuenta. Aprender a vivir debería ser aprender a morir, ambos están implícitos en el aprender. Filosofar es aceptar la muerte, aprender a morir. Hace referencia a Platón, probablemente a la percepción que tiene Platón del alma y de la muerte, la muerte representada en Sócrates tras su juicio y posterior envenenamiento y que enseña toda su sabiduría en el bien vivir y en el bien morir. Pero aun así nos apremia la salud y la cuestión de supervivencia, la única forma es lograr la continuidad de nuestros actos con la huella o espectro que dejamos en el vivir, en el sobrevivir. La huella no salva de la muerte efectiva, siempre se mantiene algo vivo en la huella que dejamos. Aun así la huella representa la muerte, una muerte que tiene vida en nuestra obra sin ambición de inmortalidad. El intelectualismo mediático debe de dejar de ser eurocentrista, mundiales y debe de dejar de ser parte de la política, debe ser diversificado y responsable, los movimientos mediatizados sucumben a la los poderes y a los intereses políticos, para el dominio de la prensa y las universidades, las discusiones y las batallas intelectuales deben de continuar su camino sin entregarse a los poderes económicos, políticos y de medios para que perduren las luchas sociales y se logren los cambios necesarios. Encasillar una ideología en movimiento o en generaciones es acabarla por completo, es capitalizarla para las futuras generaciones y minimizar las luchas por las que se crearon. Lo que se dice en un tiempo es pasado, es renunciar a nuestro presente si no se sigue con el dialogo de lo dicho y lo que se tiene que decir hoy. Los herederos, son los que recogen nuestras huellas, toman lo que dejamos. La herencia en nuestros días toma un valor diferente a lo que existía antes de toda la tecnocracia que hemos creado, antes se mantenían en bibliotecas o en espacios físicos las obras de los pensadores del momento, pero hoy día todo está en archivos digitales que tienen la vigencia que le quieran dar los que controlan la tecnología. La lengua, el lenguaje, es vital para le existencia y para la sobrevivencia. Se debe de ser fiel a la lengua para plasmar las ideas, es la defensa a la colonización de las naciones y la que nos da una autentica identidad. El desarrollo del saber deber ser libre para conocer, criticar, preguntar, dudar en las universidades sin estar atado a alguna facción política o religiosa. La filosofía es el estudio más libre que existe. |
>
