La bruja de la verdad

A VECES, LO MEJOR DE LA JUSTICIA ERAN LAS PEQUEÑAS VICTORIAS.

Una sangre que le recordaba a las montañas y los acantilados, a las praderas cubiertas de dientes de león y a una verdad oculta bajo la nieve.

No era libertad lo que quería, sino creer en algo, tener una meta lo bastante grande por la que correr, luchar y esforzarse a cualquier precio.

Ráfagas de poder que arañaban la piel de Safi como un millar de mentiras pronunciadas a un tiempo.

No hay nada que desinfle el ego de un hombre como un cuello de lechuguilla.