Hay algo matando niños nº 05

Retomo esta otra serie en curso de mi querido Tynion IV con el último número publicado (en cosa de un mes saldrá el siguiente, y menos mal porque este tomo ha sido bien fuertecito).

Empezamos un nuevo arco argumental tras la ruptura de Erica Slaughter con su “familia” debido a las diferentes formas de entender su trabajo y actuar en consecuencia. Así nos encontramos con nuestra protagonista viajando sola en busca de más niños que necesiten su ayuda gracias a la información que le pasa un Big Gary ya jubilado.

Es en Nuevo México donde se topa con Gabi, una niña que acaba de perder a toda su familia a manos de un monstruo con forma humana (y una cabeza que parece la del Demogorgon). Gabi se niega en rotundo a colaborar con el sheriff y tampoco parece querer atender a razones con la vecina de su madre, tiene mucha rabia dentro por todo lo que ha visto. Erica cree que el monstruo la ha dejado viva por algo, de modo que está muy interesada en ayudarle, puesto que eso le recuerda a su propio caso.

Mientras, la Orden de San Jorge contrata a una despiadada asesina para terminar con Erica, puesto que no hay perdón para aquellos que deciden abandonar la Orden. Dicha mujer va dejando cadáveres allá por donde pasa, llegando incluso a sorprender a los propios miembros de la Orden que están más que acostumbrados a ver cadáveres y horrores.

Gabi visita su casa, ahora clausurada por la policía, para revivir sus recuerdos, y allí se encontrará con el muñeco de Erica, al que tuvo que abandonar porque el sheriff le pilló colándose en la casa. Mientras Erica se inventa un personaje por el que es la periodista encargada de cubrir la noticia de las muertes, el muñeco habla a Gabi y le dirige hacia donde se encuentra el monstruo cazando nuevas víctimas. Erica consigue llegar in extremis, y al final del tomo se encuentra huyendo en coche con Gabi y su vecina, donde recibirá una llamada de la asesina a sueldo con intención de desequilibrar a nuestra protagonista.

Muchas ganas de continuar con este arco y seguir flipando con el dibujo y el color de esta historia, que son una auténtica pasada.