Delisle cuenta en forma de viñetas sus dos meses trabajando en Corea del Norte. Es decir, narra con cierta ironía cómo es vivir en un lugar totalmente dictatorial: un extraño descubrimiento del que intenta averiguar más gracias a sus guías que, evidentemente, no le dejan ni a sol ni sombra. Encontraréis anécdotas, algo de historia, curiosidades y un poco de humor. He leído a amantes de este libro y a detractores a muerte. Para mí, ha sido una lectura ágil, entretenida y curiosa. Eso sí, me ha faltado un plus más de profundidad (quizás un toque periodístico) en la realidad política del régimen autoritario del país. |