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Mi segundo libro de esta escritora y ya puedo decir que soy fan, tiene una manera de contar sus historias que realmente te atrapan, te llevan de la mano hacia sentimientos reales y reconocibles, nada ostensible, nada exagerado, no se trata de dramas para ponerte a llorar o de relaciones fraternales perfectas o terriblemente malas, simplemente plasma lo que es, la vida misma. Ligero, fácil de leer, digerible y por supuesto hermoso, Delinsky nos plantea en esta historia la vida de Lily, una mujer dedicada a la música que se ve envuelta en un escándalo en los medios de comunicación, eso la hace perder todo, su trabajo y su vida tranquila y va a refugiarse a su pueblo natal. Si bien este es el argumento, lo cierto es que solo es utilizado para poner sobre la mesa los sentimientos de una familia que para nada es perfecta, pero ¿qué familia en la vida real lo es?, lo cierto es que todas las familias son disfuncionales y cada miembro de la misma tiene su propia historia que los hace ser y actuar de cierta manera, por supuesto tiene una historia romántica por ahí pero en absoluto es el protagonista y tampoco resulta en una historia romántica empalagosa. Este es el viaje de Lily para reencontrarse con ella misma, con su fuerza interna, reconocer a su madre, replantearse su relación con ella y también aprender a perdonar a través del conocimiento de la vida de su madre y que como hijos, decidimos pensar en nuestros padres como seres que ya estaban ahí cuando nacimos y no pensamos en que tienen una historia que también los marca y los hacer ser como son. He disfrutado mucho con este libro y con esta escritora, por supuesto seguiré leyéndola, recomiendo ampliamente este libro, lo he leído literalmente en una sentada y les aseguro que deja un sentimiento de buen rollo al terminarlo. |
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