![]() |
Madera de héroe es una novela que le costó mucho escribir según comenta en la introducción. ...me ocupó tres años su redacción y fue mi novela más elaborada y compleja hasta ese momento, sobre todo por su larga galería de personajes. Transcurrieron cuarenta y ocho años desde el final de la guerra civil española hasta que decidió publicar Madera de héroe. Escribir esa novela era algo que de alguna manera Miguel Delibes sentía que se lo debía a toda esa generación, la suya, que siendo adolescentes se vieron envueltos en ella. Y vuelvo a repetir lo que ya dije cuando se publicó el libro: no es Madera de héroe una novela sobre la guerra civil, sino de seres humanos, de una u otra ideología, que la sufrieron y fueron todos, sin excepción, sus víctimas. Por ejemplo, aquellos muchachos —mis amigos y yo— que jugábamos a las cartas en una buhardilla de la calle Colmenares de Valladolid, y que un día, ilusionados y sin duda confundidos, decidieron alistarse voluntarios en la Armada. Gervasio García de la Lastra, el protagonista vive con su familia en el viejo palacio del conde de Pradoluengo. Siendo niño tenía mucho contacto con su abuelo, al que llama "papá León", un viejo carlista que le cuenta muchas historias de la guerra mientras pone en el gramófono marchas militares. Un día ocurre algo sorprendente: —Mira —dijo con voz húmeda. Don León de la Lastra aproximó sus lentes de présbita al antebrazo del pequeño y observó estupefacto cómo los minúsculos pelitos rubios que lo recubrían iban erizándose uno a uno, como tropilla que se yergue al toque de llamada, y la piel se escarapelaba, como alón de pollo: —Pero… pero ¡se te ha puesto carne de gallina! Comentado el asunto con el resto de la familia, tanto el abuelo como su tío Felipe Neri, comandante de caballería llegan a la conclusión de que Gervasio ha nacido para ser un héroe. Su padre, Telmo García, medico, y su tío Vidal, hermano de su madre no le dan ninguna importancia al asunto. Se trata de un caso de hiperestesia, una excesiva sensibilidad, pero cada vez que escucha marchas militares y sufre otro episodio de esos que ellos llaman repeluzno o crispadura, su tío el comandante lo apunta todo en un cuaderno. Así el mismo Gervasio termina creyendo que ha nacido para ser un héroe y haciéndose una idea equivocada de lo que es el heroísmo. ...hay ocasiones en la vida en que la frontera entre el heroísmo y la traición es tan tenue como un papel de fumar. —Pero ¿es que se puede ser héroe y traidor al mismo tiempo, tío? —Bien, quizás seas aún muy niño para comprenderlo, pero puede llegar a producirse esa aparente contradicción que dices: ser héroe para unos y traidor para otros, según se considere el gesto desde un lado o desde el otro —aclaró el tío Felipe Neri. Y agregó en un débil tono de voz—: de hecho, la historia del mundo está llena de esos contrasentidos. Las veladas que la familia mantenía los sábados giraban en torno a la política del momento, en ellas se apreciaban las distintas ideas y puntos de vista: Por ejemplo, lo que para papá Telmo era "el dictador", se convertía en "el general" para tío Felipe Neri, en "Primo" para tío Vidal, y en "el marqués de Estella" para tía Macrina y Crucita, matizaciones que era preciso retener para no extraviarse en el laberinto. ...el español, con tal de no trabajar, era capaz de descubrir América o atravesar el Atlántico en una lata de sardinas, «la cuestión era no dar golpe» ...replicó escandalizado que eso no, que España no fabricaría aeroplanos pero sí valientes para tripularlos... Cuando empieza la guerra civil española sus amigos y él se alistaran en la Armada, y allí en la guerra aprenderá que Héroes hay en los dos bandos; y que una misma acción te puede hacer ser héroe o traidor según el lado en el que estés y los ojos que la juzguen. Madera de héroe no es una novela sobre la guerra, es una novela sobre las personas que la sufrieron, en especial los jóvenes independientemente de su ideología que se vieron envueltos en ella. Y con una gran moraleja final. Enlace: https://lasmilyunahistoriasd.. + Leer más |
“¿Qué mundo heredarán nuestros hijos?” es el subtítulo del libro La Tierra herida, una charla sobre la amenaza del colapso ecológico entre el escritor Miguel Delibes y su hijo, el biólogo Miguel Delibes de Castro, publicado en 2005. En aquel libro el padre, ya anciano, apremiaba al científico en plenitud para que le diera respuestas concretas sobre cómo arreglar el destrozo que se estaba cometiendo en el planeta.
Casi 20 años después, cuando catástrofes como una pandemia o una guerra cercana alertan de que el colapso planetario puede ser más que una simple amenaza, Miguel Delibes de Castro se reformula la pregunta. Para este científico, la demanda humana de recursos y la producción de residuos excede la capacidad de la Biosfera para producir los unos y depurar los otros. Es insostenible aspirar a vivir todos como los que mejor viven. Por eso se precisa una justicia económica global para salvar la naturaleza. Es decir, la sostenibilidad ambiental debe ir a la par de la sostenibilidad social. Mientras sigan creciendo globalmente la población y el consumo habrá daño al medio ambiente y peligrarán las especies animales, habrá pérdida de bosques y biodiversidad y crecerán el calentamiento global y la hiperfertilización de la tierra y de los océanos.
En el tiempo transcurrido desde la publicación de la Tierra herida, la inquietud por el medio ambiente ha crecido. Se han llevado a cabo políticas ecológicas y sostenibles generalizadas y se han producido pequeños avances -los ríos europeos están más limpios, hay más parques naturales y más especies, como el lince y la nutria, que han mejorado su situación-. Sin embargo, Delibes de Castro asegura que a escala global la situación ha empeorado. Tomar consciencia es un primer paso, pero las pequeñas mejoras locales solo son tiritas en una Tierra herida en su totalidad.
Miguel Delibes de Castro visita La Térmica para advertir de que solo se podrá evitar el colapso del planeta alumbrando una gobernanza global, que haga hincapié en cambiar la manera de vivir y repartir mejor lo que es de todos. Hacen falta economistas que orienten hacia la economía del no crecimiento y políticos que ayuden a mejorar el nivel de vida de los que menos tienen. de no hacerlo por las buenas, serán las catástrofes venidas y por venir las que obligarán a ir por ese camino.
Más información en latermicamalaga.com
#Latermicamalaga #DiputacióndeMálaga