Las ratas nos trasporta a una castilla rural de la época franquista, donde sus habitantes viven en la más absoluta pobreza. Nuestro protagonista será el Nini, un niño muy observador y con una sabiduría popular adquirida por las enseñanzas de sus abuelos y el centenario del pueblo. A través del Nini veremos como era esa vida en el campo, una vida monótona y aferrada a los caprichos de la naturaleza. Una vida donde la religión, el santoral y las supersticiones estaban muy presentes; y con grandes desigualdades entre terratenientes y campesinos. Aunque el Nini no solo nos mostrará la miseria de su hogar, sino que también nos trasmitirá su amor por la naturaleza y los animales. Sin duda lo que tengo que destacar de Las ratas es la prosa de Delibes. Aunque en todo momento usa un lenguaje lleno de expresiones populares y del mundo rural (lo que a veces puede hacer un poco pesada la lectura), tiene una manera muy sencilla y bonita de describir ese contraste entre naturaleza y miseria. Por otro lado, las reflexiones que se encuentran sobre esas diferencias entre los pueblos y las ciudades, con sus maneras de vivir, pensar y ser tan alejadas que hacían que el entendimiento entre unos y otros fuera prácticamente imposible. El final es también maravilloso eso sí, muy trágico y duro. Seguiré leyendo a Miguel Delibes. |