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De este libro, me enamoró su portada y realmente es lo que me animó a leerlo, ya que cuando veo una portada preciosa, el libro me llama la atención y entra en mi lista de los libros por leer. Superficial que es una. Cuando decidí ponerme con esta historia me esperaba algo más alegre y que irradiara positivismo a través de todas sus páginas y me he encontrado todo lo contrario. La verdad es que tiene muy poco de alegre. La historia está narrada en primera persona por Jocelyn que va rememorando los momentos que le marcaron su infancia, adolescencia y edad adulta. La mayoría de estos recuerdos son traumáticos, por lo que nos encontramos con un personaje inseguro que lo único que quiere en la vida es ser feliz y estar rodeada de buenos momentos. al ser ella la narradora es muy fácil sentir lo mismo que está sintiendo en todo momento, por lo que la historia te atrapa con facilidad. El lenguaje utilizado por el autor es sencillo, y la novela no es muy extensa por lo que se lee en un suspiro y a pesar de ser una lectura un tanto triste, te hace pensar continuamente en la forma en la que actuarias si te encontrases en la misma situación que nuestra protagonista. Un pero que le encuentro a esta historia es que para mi gusto es demasiado corta, y me hubiera gustado que el autor se extendiera más en algunos aspectos de la trama ya que me ha dejado desconcertada algunos puntos y me hubiera gustado profundizar más en ellos. |
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