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Personalmente, ha sido la novela más decepcionante de este autor porque tenía las expectativas demasiado altas con sus dos anteriores novelas, que me parecieron sublimes tanto por la forma tan particular que tiene Carlos del Amor de narrar como por las tramas tan sentimentales y emotivas que mostraban. En este caso, aunque sigue con la misma calidad narrativa, la novela me prometía algo de misterio y suspense debido a la sinopsis tan sugerente que tiene la contraportada, pero este género no lo he visto por ningún lado. En cambio, el atractivo de esta novela reside en su protagonista y su molesto problema de memoria, algo de lo que yo nunca había oído hablar y que de verdad hace que resulte muy fácil leer y leer sólo por el mero interés de ver cómo se desenvuelve una persona en su vida cotidiana cuando tiene que lidiar con un problema de estas características. También cuenta con elementos emotivos y conmovedores pero siempre sin perder de vista que el asunto es tener que vivir como tiene que vivir el protagonista central. El resto de personajes son meros instrumentos con los que hacerle interactuar, pero a la vez, y gracias a su original grupo de apoyo, podemos ver también otras realidades de personas con problemas de lo más variopinto y que a mí simplemente me ha fascinado. El autor se ha documentado a la perfección para poder plasmar este tipo de trastornos menos conocidos y ha sabido hilar una trama que nos mantiene enganchados a la novela por el sencillo placer de disfrutar de sus palabras.
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