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Kevin Parson es un hombre que se encuentra estudiando para ser cura, y que siempre, durante su formación, se ha interesado por la naturaleza moral y espiritual del ser humano.

En cuanto a su vida, puede calificarse como tranquila, y su personalidad podría describirse como la de un individuo simpático pero solitario. Sin embargo, ambas cosas cambian de la noche a la mañana, a partir de un suceso inesperado que le acontece después de hablar con su maestro de mayor confianza.

Lo que le sucede al seminarista, es algo tan extraño como perturbador: un hombre desconocido lo llama mientras conduce su auto y lo insta a confesar el pecado que esconde, amenazándolo con explotar su coche si no lo hace.

Desde dicho instante, las llamadas por parte de Slater, como se hace llamar su verdugo, se van haciendo frecuentes, y con esto los ataques van incrementando de magnitud. Sin embargo, Slater antes de emprender cualquier acción en contra de Parson, le comparte acertijos que develan sus intenciones, así como también lo presiona para que excave en su pasado en busca de su más oscuro secreto, él único capaz de detener los asaltos.

El libro cuenta con 398 páginas, distribuidas en tres partes y 30 capítulos. Está narrado en pasado y en tercera persona, desde el punto de vista de los personajes principales, mayormente desde el de Kevin.

Para comenzar, destaco que el autor introduce la acción de manera rápida, con lo que el inicio del libro es ágil y engancha con prontitud. No obstante, luego del arranque inicial el libro se torna lento por momentos, pero esto también es compensado con giros argumentales bien logrados.

Me ha encantado la construcción del personaje principal y me ha parecido que la trama acierta en sorprender al lector, desviándose de lo que este esperaría de la resolución de una obra del género.

Asimismo es menester agregar que además del suspenso y la tensión, la novela sorprender con toques sutiles de sentimentalismo y de investigación policial.

Libro recomendado para los amantes del thriller.

De principio a fin ha sido un libro que no me ha dado respiro, tiene un ritmo increíble y en todo momento me encontraba al filo.

Tiene un muy buen giro de historia, que resulta en algo que es imposible predecir

El título y el argumento es una analogía a un tema moral que no voy a desvelar, es algo que todos lo que leamos este libro tendremos que descubrir, si bien ha sido interesante, en algún momento me ha parecido una historia un poco ingenua, más por el tema al que finalmente llega en el final, no así el thriller que tengo que decir que más que entretenido, resulta en uno de los buenos.

Los personajes son geniales, el triángulo principal, Kevin, el protagonista, estudiante de teología, Sam una policía de una unidad especial y Slater el asesino, son sin duda personajes fuertes, atrayentes y sin duda al final nos damos cuenta de las pistas que en estos tres personajes nos ha ido dejando el autor para que hubiéramos podido adivinar el final, pero no fue mi caso, más bien en la recapitulación fue que note esas pistas, así que, a pesar de que no me ha gustado mucho el desenlace tengo que decir que ha sido muy bien manejado

Me ha gustado mucho a pesar de la línea psicológica que ha decidido el autor y también tengo que decir que me gusta mucho como escribe Dekker, este es mi segundo libro de él y seguro que voy a leer los demás, porque vale la pena seguirle la pista.

Tres, numero cabalistico, un manejo sorprendente de este numero, imbrincandolo en cada hecho, en cada muerte, en cada paso que da sobre el libro, con un final mas de 8 que de tres,

Ritmo, tensión que no decae, muchas cábalas para entender qué está pasando… y un final sorprendente de esos que te dejan con la boca abierta. No lo vi venir. Cu4tro estrell4s.