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Es la primera novela que leo del autor y me ha gustado especialmente por la temática. Sin embargo, no puedo decir que ha sido una historia que me haya atrapado. La novela se inicia cuando acusan al primo de Rhyme (criminalista que dirige el caso) de haber matado a una mujer. Todo parece indicar que ha sido él, pues todas las pistas lo apuntan directamente. Sin embargo, el criminalista, junto a la detective Amelia Sachs, tratarán de desmontar las evidencias. El número de personajes me ha parecido excesivo, llegando a no ser capaz de identificarlos en algunos momentos. No sé si ha sido por ser nombres extranjeros, por nombrarlos unas veces por sus nombres y otras por sus apellidos o porque no he conseguido crear un perfil preciso de cada uno de ellos. de todos estos personajes tengo que destacar a Amelia Sachs. Es una detective que tendrá un papel fundamental en el desarrollo y en el desenlace de la novela. La temática de la novela me ha resultado muy novedosa, pues nunca había leído una historia sobre el robo de la identidad a través de Internet. No somos conscientes de la cantidad de información que queda guardada sobre nosotros en la red (compras, contactos, interacciones en redes sociales, visitas a páginas webs, etc.). Con todos esos datos, una persona que tenga acceso a ellos puede crearse un perfil muy preciso de nosotros, con los riesgos que ello puede conllevar. Se trata de una novela relativamente larga (569 páginas) que se articula en 53 capítulos de extensión variable. La forma de escribir del autor es sencilla, lo que hace que se lea de forma ágil (lo único que ha ralentizado mi lectura ha sido el número de personajes). En definitiva, es una lectura bastante recomendable y novedosa en cuanto a su temática. |
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