No soy Lizzy Bennet

Es la primera vez que me acerco a las letras de José de la Rosa y, creedme, no va a ser la última. No tenía ninguna expectativa con No soy Lizzy Bennet, pero, tras leer la sinopsis me atraía como la miel a las abejas. No, no penséis que soy una gran fan de Jane Austen, o que Orgullo y prejuicio es una de mis novelas favoritas. No, nada más lejos de la realidad. Sí, he leído esa novela protagonizada por Lizzy Bennet y el señor Darcy, sí, me gustó, pero no es algo que me mate. Sin embargo, al ver que esta otra Lizzy es una prófuga que va huyendo de la justicia pensé "joder, una prota diferente". Y sí, vaya si lo ha resultado.

Lizzy ha sido un soplo de aire fresco, una chica bien que se ve totalmente arruinada, literal y psicológicamente, por sus propios errores. Eso es lo que más me ha gustado de ella, que comete errores de los gordos, de los de verdad, de los que pueden destrozar a una familia entera. Y, aun así, los intenta asumir como puede. Durante su camino encuentra a John, un hippy que vive en su furgoneta y que es el hombre más sencillo del mundo. Y no lo digo porque viva con lo puesto, sino porque su personalidad es maravillosa, es claro como el agua y a todo le ve salida. Y no solo se topa con John, sino con una serie de personas que han hecho que esta novela pase de ser bonita a ser espectacular: Ana, Eve y Giacomo.

Estos tres personajes secundarios (que para nada lo han sido) me han fascinado, cada uno tiene su propia historia, su propia búsqueda de la felicidad pero, sin duda, Giacomo me ha robado el corazón y me ha hecho llorar como una niña. Por favor, qué bonita su historia, qué amor tan grande y tan incondicional...

Dejando a un lado los personajes, la trama es muy adictiva, con ambientaciones que a mí, personalmente, me encantan. ¿Nos es maravilloso viajar en una caravana con todo lo necesario y acampar en el bosque que más te guste? Desde luego, qué maravilla. Y tiene un punto, pequeño, eso sí, de thriller, sobre todo en esos flashbacks que nos van contando, muy poco a poco, el pasado de Lizzy Bennet.

Sin duda, una novela fascinante que me ha encantado, me ha robado el corazón y me ha hecho llorar de tristeza, emoción y alegría.

Bravo, Jose.
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