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Críticas sobre Don Quijote de la Mancha (40)
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Juandi4
 09 May 2023
¿Qué decir que no se haya dicho ya? El Quijote es una obra maestra de la literatura española que ha dejado una huella indeleble en la cultura mundial. A pesar de estar escrito en castellano antiguo, su lectura resulta muy satisfactoria gracias a sus capítulos cortos y su humor. La historia de este fascinante soñador tiene un ritmo genial, unos personajes bien construidos y unas aventuras sorprendentes. La relación entre Sancho y su rucio es un gran acierto, mientras que las invenciones de Don Quijote son simplemente geniales.

Una auténtica joya, pero el que te obliguen a leerlo desmerece un poco. Es de esas lecturas que te vienen obligadas por los programas de estudios, y que desafortunadamente en esos momentos no sabemos apreciar ni valorar.

Lo leí por entonces hace ya unos años, cuando aún no apreciaba lo que tenía entre mis manos. Pensé que se me haría bastante pesado por su extensión y el uso del castellano antiguo, sin embargo, me pareció un libro muy divertido que te hace reír a menudo de las ocurrencias disparatadas del ingenioso hidalgo y de la inocencia de su compañero. No imaginé que pudiera ser tan divertido y lo disfruté mucho.

Después de releerlo, comprendí que este libro no es para principiantes. Cuántas enseñanzas nos deja sobre el arte de vivir. Cada pasaje es una lección de vida, en la que queda patente que los tropiezos y los fracasos no deben frenar nuestros sueños y expectativas. Es una historia muy significativa sobre cómo debemos vivir plenamente la vida. La locura de Don Quijote lo convierte en un luchador apasionado que defiende sus ideales en busca de su sueño.

Requiere tiempo y paciencia para leerlo, pero realmente vale la pena, especialmente cuando se es lo suficientemente maduro para disfrutarlo. Hay que leerlo con calma y analizar bien a qué se refiere en cada episodio, porque son muy irónicos y la gracia se encuentra en su análisis detallado.

Honor a quien honor merece, y al menos a mí, el quijote me parece que tiene la fama bien ganada. Un libro que debe ser leído al menos una vez en la vida.
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rafaperez
 18 October 2023
A riesgo de que me destierren, Don Quijote de la Mancha no hubiera sobrevivido a nuestros días, de no haberse empeñado círculos políticos y culturales en proteger la obra. El Quijote es el/la niñ@ mimado de la literatura española.

No pretendo con esto menospreciar la obra de Cervantes, pero sin el tesón de algunos en convertirla en marca España, El Quijote no sería lo que es.

¿Merecido? Sí y no, pues otras de igual calidad han tenido menor trascendencia o simplemente se han perdido.
No me parece mal preservar la cultura de algo tan nuestro a través de los siglos, el problema está cuando se apuesta todo a que una sola obra lo merezca (que lo merece) o no.

El quijote es una sátira de la sociedad del momento y de las novelas caballerescas de la época.

Alonso, afectado por tanta lectura, toma a Rocinante y acompañado por su fiel Sancho recorre los campos de Castilla para arreglar el mundo.(su mundo)

Las andanzas, locuras y corduras nos acompañaran de la mano de un antihéroe, melancólico, loco y justiciero (su justicia) aderezada siempre con esa fina ironía clave de la grandeza de una obra que reconozco.

Sí, es literatura pura, una obra inmensa, magistral y mimada.

No culpo a la obra de tal cosa, pues lo merece, pero me pregunto que habría pasado si defendieramos con el mismo ahínco toda la literatura clásica española en lugar de poner todos los huevos en el mismo cesto.

Animo a invitar a acercarse a la obra a las nuevas generaciones, pero por favor, no se olviden de Quevedo, Hernández, calderton, Valle-Inclán, Galdós, Baroja, Delibes y la lista se me hace eterna.

La literatura española no se reduce a la magistral obra de Cervantes.



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marta_lo
 20 August 2022
No sabía si escribir una reseña de esta obra, sobre todo por pudor, por ser un clásico importantísimo de la literatura española y mundial, pero realmente lo que me ha terminado de ayudar a decidirme ha sido el compartir mis impresiones durante la lectura de este libro sin par.

Puede que cueste acercarse a Don Quijote de la Mancha por la extensión del libro o por su dificultad a la hora de entender este castellano antiguo, pero realmente la experiencia merece la pena. Aunque pueda parecer un libro largo, está dividido en dos partes, por lo que una puede ponerse como meta leer la primera y luego quizá animarse con la segunda más adelante. Además, cada parte está dividida por capítulos no demasiado extensos, que dan algo de agilidad a la lectura en general.

En mi opinión, la primera parte puede costar más leerla ya que está cuajada de historias paralelas las cuales a veces son un tanto espesas, con moralejas innecesarias en nuestros tiempos, pero algunas de ellas me han parecido más entretenidas que otras. La segunda parte de El Quijote no tiene tantas de estas historias y se centra más en las aventuras del ingenioso hidalgo y su fiel escudero.

Un punto atrayente de la lectura es la inteligencia e ironía que emanan de Cervantes en este libro. En él da rienda suelta a sus opiniones y pensamientos, en boca de sus personajes o en la del narrador. Además, critica en varias ocasiones al aragonés al que se le ocurrió escribir una segunda parte de Don Quijote, y con estas críticas he de decir que he disfrutado mucho. Se nota un ingenio y una inteligencia superior en el gran autor.

Aunque he tardado más de un mes en leer ambas partes, no he tenido en ningún momento la sensación de que la historia se alargaba demasiado, de hecho he alargado yo misma el final para no separarme de Don Quijote y Sancho Panza, lo cual me ha dolido en el alma.

Me veo en la obligación de recomendar esta novela de aventuras y caballeros a todo el mundo, a internarse sin miedo en sus páginas, sin necesidad de terminarlo rápido, sino disfrutando de cada página y cada experiencia del famoso Caballero de la triste figura.
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Migue77
 18 June 2023
Y por fin, recién cumplidos los 46 años, conseguí leer entero el Quijote, un tesoro nada oculto que me había pasado desapercibido hasta ahora. Tengo que agradecer a mi suegra que me haya prestado esta versión "puesta en castellano actual íntegra y fielmente por" Andrés Trapiello, sin duda una adaptación más digerible que la mezcla de español del siglo de oro y castellano medieval de la obra original.

Si Lope de Vega, su rival literario, formó parte de la Armada Invencible, Miguel de Cervantes a su vez sirvió como soldado en la batalla naval de Lepanto. La contienda quizás no varió significativamente el rumbo de la Europa de finales del siglo XVI, pero sí que fue relevante en la historia de la literatura, al dejar vivo (aunque manco) al que devendría en pionero de la novela en prosa con su don Quijote.

La obra se compone de dos partes, una primera titulada “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” y publicada a comienzos de 1605, y su continuación en 1615 denominada “Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha”. Los protagonistas son dos mitos: el visionario Don Quijote, que a lomos de su caballo Rocinante recorre España creyéndose un caballero andante medieval, junto a su parlanchín escudero Sancho Panza, un buen hombre adicto a los refranes y con “muy poca sal en la mollera”. Sus aventuras y desventuras, son leyenda.

El Quijote es una obra que desde su publicación ha sido objeto de múltiples estudios e interpretaciones. Por ejemplo, autores como Dostoievski han sugerido que esta magnífica comedia es además una metáfora de la vida misma, lo cual magnifica su atractivo y eleva a esta novela al lugar destacado que se merece dentro de la literatura universal. Para mi, su esencia es su humor. La habilidad de hacer reír es maravillosa, y conlleva beneficios tanto para quienes se ríen como para quienes son capaces de provocar risas; Cervantes sin duda lo sabía.
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Paco_Garrido
 23 December 2022
"Quién va a ser sino el famoso Don Quijote de la Mancha, desfacedor de agravios, enderezador de entuertos, el amparo de las doncellas, el espanto de los gigantes y el vencedor de las batallas."

Qué puede decirse del Quijote que no se haya dicho ya. Una obra maestra de la literatura universal que no se ha leído, se ha estudiado, como ninguna otra, posiblemente. Cervantes ideó la historia de un hidalgo aldeano que enloquece de leer novelas de caballería y nos hace partícipes de una serie de delirantes aventuras dentro de una dicotomía divertida pero también dramática.

Aunque está concebida como una sátira de dichas novelas caballerescas, el Quijote es mucho más, constituye una lección magistral sobre la grandeza y la miseria se la condición humana. Como buenos caballeros andantes, sentimos en las palabras de don Miguel el noble afán de ayudar a los necesitados -o menesterosos- que produce un agridulce sentimiento de hilaridad y tristeza por esas mentes enloquecidas, a la vez sana y optimista, a pesar de las situaciones existenciales vividas en esta monumental obra.

Nos apegamos a una piel tan fina que su etiqueta de universal o atemporal está más que justificada, siempre existieron, existen y existirán Quijotes y Sanchos Panzas. Es difícil llegar "virgen" a esta historia, siempre hemos oído o leído alguna referencia a episodios conocidos como el de los molinos, los galeotes o los cueros de vino, todos expuestos en la primera parte. La segunda, escrita con diez años de diferencia, es donde encuentro las novedades literarias. Cervantes plantea una historia como si don Quijote hubiera existido y los protagonistas fueran conscientes de popularidad plasmada en un libro. Me parece muy interesante la perspectiva del propio autor como un investigador más.

Recuerdo unas palabras de Juan Ramón Jiménez: "Cervantes es nuestro Homero, y al mismo tiempo, nuestro mar de lenguas, olas y ondas que hablan, como sirenas, en español, y para siempre, como habla el mar, para él mismo, siempre del mar, que también cambia de lengua". Puede leerse en español del siglo XVII o una adaptación al lenguaje moderno, traducido o abreviado, pero la esencia del Quijote ha convencido al juez más importante del arte: el tiempo. Por eso siempre será inmortal.
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Guille63
 29 September 2023
Será que hay que tener una edad, o un cierto bagaje como lector, para apreciar debidamente la gran obra de Cervantes. Y no me refiero al valor que pudiera tener al ser la primera novela moderna de la historia, a su importancia como hito literario, no, estoy hablando de la habilidad de su autor para aunar agudeza en el juicio y diversión en la trama. Ahora, tras tanto años de mi primera lectura, me llaman la atención algunas cosas.

En primer lugar, la rapidez con la que se van enlazando los sucesos. de todos son bien conocidas las cómicas, y a veces tristes y a veces ambas cosas al tiempo, aventuras a las que la locura fue conduciendo a don Quijote para regocijo de sus lectores. Pero quizás sea menos conocida la cantidad de páginas que Cervantes dedica a las historias de amor, con un regocijo bastante más moderado por parte de este que les escribe. La primera, por descontado, es la que vive el propio Don Quijote con una Dulcinea inexistente e ideal que su locura hace identificar con la no tan simpar Aldonza Lorenzo, pero hay muchas más: Grisóstomo y Marcela, Cardenio y Luscinda, Fernando y Dorotea o el curioso trío de Lotario, Anselmo y Camila… Lo llamativo de estas historias es la inteligencia y determinación que muestran estas mujeres frente al vergonzoso papel que se les adjudica a los hombres. de hecho es llamativa la reivindicación feminista que nos hace el autor:

“Las doncellas y la honestidad andaban, como tengo dicho, por donde quiera, solas y señeras, sin temor que la ajena desenvoltura y lascivo intento las menoscabasen, y su perdición nacía de su gusto y propia voluntad.”

Menos me ha sorprendido que para algunas cosas exponga tanto lo blanco como su contrario lo negro, no por nada hay alguno que lo considera la Biblia española. Un ejemplo es esa reivindicación “comunista” que enarbola el Quijote en su discurso de la primera parte:

“Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío!”

Cervantes identifica como uno de los principios del descarrilamiento de la humanidad esa aparición de la propiedad privada, hecho que sitúa justo en el momento en el que el ser humano dejó el nomadismo para asentarse y vivir de la agricultura.

Palabras que no se corresponden muy bien con el clasismo que Cervantes presenta otras muchas veces, que, por otra parte, es lo propio de su época, pues “no hay otra cosa en la tierra más honrada ni de más provecho que servir a Dios, primeramente, y luego a su rey y señor natural” o “después de a los padres, a los amos se ha de respetar como si lo fuesen”.

No quisiera alargarme mucho con este comentario pues ya se sabe “que ninguno hay gustoso si es largo”, pero es difícil atenerse a tal propósito.

Como decía, alguno ha considerado la obra como la Biblia española, y este alguno del que hablo no es otro que Unamuno que consideraba a Don Quijote el Jesucristo hispano y, sin entrar en sus razones, no lo encuentro yo desatinado. Don Quijote es un creyente absoluto, “el caballero de la fe” que decía Unamuno. Igual que Jesucristo se creía Dios, Don Quijote se cree caballero; igual que Jesucristo se creía, como hijo de Dios, llamado a salvar al mundo, Don Quijote se siente obligado por su situación de caballero a “desfacer agravios y enderezar entuertos”, a salvar al menesteroso y al desvalido; ambos tienen una fe inquebrantable en unos principios que rigen un mundo ideal del todo inalcanzable y, pese a la tozudez del mundo en ser lo que es, nada los amedrenta, nada menoscaba su fe en lo que representan y en el tipo de mundo que creen habitar, nada debilita su vocación de sacrificio. Ambos ven en sus derrotas las maquinaciones de magos o diablos cuyo único fin es el de entorpecer sus aventuras para impedir su fama, su gloria y sus fines… hasta se creen hacedores de milagros, como ese bálsamo de Fierabrás que tan milagrosamente curó a Don Quijote de su maltrecho cuerpo, pese a que su escudero Sancho solo consiguiera, al probarlo, “desaguarse por entrambas canales”, lo que no es de extrañar en alguien que no es caballero, esto es, que no profesa la misma fe inquebrantable de su señor.

Por su parte, Sancho encarna perfectamente al otro tipo de creyente, al que más abunda, al que yo denomino ALGUISTA. El ALGUISTA piensa como creyente que bien pudiera ser que no fueran gigantes, sino molinos, que no fueran ejércitos enfrentados, sino rebaños de cabras, que no fuera castillo, sino venta, que no fuera Yelmo de Mambrino, sino bacia de barbero, y es más que probable que sea pura fantasía la existencia de esa “caterva de encantadores que todas nuestras cosas mudan y truecan”… pero ALGO tiene que haber, esta vida no se puede reducir a esta realidad miserable, todos nuestros afanes deben responder a un propósito, ALGO hay, sin duda. Además, que nadie puede asegurar que al final del camino no aparecerá esa Ínsula en la que poder ser, al fin, feliz.
“… todas estas borrascas que nos suceden, son señales de que presto ha de serenar el tiempo, y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal y el bien sean durables, y de aquí se sigue, que habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca”

Otra razón de mi extrañamiento es que, dado el éxito que tuvo la primera parte de la obra, el propio Cervantes se hace eco de ello en la segunda, resulta curioso que el autor no repitiera la receta en la continuación de su obra. En su primera entrega, la crónica de las aventuras de Don Quijote y Sancho es frecuentemente interrumpida por pequeños relatos acerca del amor, que, apenas aparecen en la segunda parte, más centrada en esas cosas que “por muchas, grandes y nuevas, merecen ser escritas y leídas”, “mil zarandajas tan impertinentes como necesarias al verdadero entendimiento desta grande historia”, cosa que le agradezco al autor enormemente, pero que no deja de sorprenderme.

Otro tema chocante en la parte segunda es la degradante forma en la que unos marqueses tratan a don Quijote. Hasta ahora, el Quijote había padecido muchas adversidades indudablemente cómicas, pero que eran producto del choque natural entre su locura y la realidad, era él quién corría hacia la aventura. En los que centran esta segunda parte, son los marqueses, y no solo ellos, los que, para su propio placer y jolgorio, propician estos sucesos convirtiendo a don Quijote y a Sancho en bufones de la corte. Si bien Sancho sale bien parado de la burla como gobernador (un gobernador que ejerce su gobierno con poder absoluto y con unas dotes, a mi modo de ver, exageradas para lo que hasta este momento sabíamos de nuestro fiel y codicioso escudero, incluyendo el hecho de decidir abandonar el poder), don Quijote, por el contrario, sale escaldado una y otra vez de forma absolutamente grotesca.

“Que trata de lo que verá el que lo leyere o lo oirá el que lo escuchare leer”

En fin, así es, no todo el mundo saca el mismo provecho de su lectura. Me dirán que eso ocurre con cualquier libro, y es cierto, pero el caso de este es muy especial.

Los muchos años que lleva en el universo literario juegan a su favor, y si durante un buen número de ellos fue considerado simplemente un libro cómico y de aventuras, después ha dado lugar a multitud de interpretaciones a cual más sesuda, con lo que Cervantes acabó saliéndose con la suya, que no es otra que la que explicitó en el prólogo: que leyéndolo, “el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla Un propósito encomiable y peliagudo que quizá le turbó en demasía si tenemos en cuenta la cantidad de errores, olvidos o contradicciones que contiene, al menos en su primera parte.

En cualquier caso, no deja de sorprender que un Ortega considere al Quijote como “el eterno esfuerzo en el que se debate la cultura toda por dar claridad y seguridad al hombre en el caos existencial en que se halla metido” y un Tom McCarthy piense que se trata de “alguien que quiere ser auténtico… y descubre que para lograrlo ha de sumergirse en ficciones”. Parece que fue Friedrich W. J. Schelling quién estableció la teoría de que la novela confrontaba el idealismo con el realismo, siendo don Quijote el defensor de un ideal inalcanzable en contra de una realidad tozuda y desagradable. Hay quién solo ve en la novela una sátira de las costumbres de la época o, yendo un poco más allá, de la idiosincrasia española. Hasta hay quién ve en la novela una Biblia que tiene a Don Quijote como a un nuevo Cristo.

Me pregunto si Cervantes era consciente de todo esto que ahora se le atribuye, o si no era más que, como algunos argumentan, un genio irreflexivo, vamos, algo así como el burro al que le suena la flauta por casualidad (aunque bien es verdad que, al menos, la tocó dos veces).

Por mi parte creo que tampoco es descartable que la dolencia de don Quijote no fuera más que una fuerte crisis de los cincuenta y, de igual forma que hay quién se compra una moto y se cree el rey del mambo, éste, consciente de pronto de la potencia de su brazo, decidió montárselo a lo grande y ponerse el mundo por bacía de barbero.

“Todo es morir, y acabóse la obra”

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Tontoelquenolea
 07 May 2022
Debo confesar que he tardado tanto en escribir la reseña de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes, porque hacerlo despierta en mí un poco el síndrome del impostor; ¿cómo osar hablar de este libro?

Estamos ante una auténtica obra maestra, el clásico español por antonomasia, un libro divertido, ingenioso (como el propio título indica), completo, brillantemente escrito… podría gastar todos los caracteres de la publicación poniendo adjetivos, y todos buenos.

Cervantes sorprende por el dominio tan perfecto que tiene del lenguaje, su prosa es impecable, la riqueza de su vocabulario es inconmensurable, la originalidad de la historia y la complejidad de sus personajes hacen que cada capítulo y cada párrafo sean dignos de análisis.

Libro de libros, la historia combina la trama principal en la que despliega las andanzas y aventuras (o más bien desventuras) de la maravillosa pareja de Quijote y Sancho con otras subhistorias a modo de novelas ejemplares en las que se nos narran las vidas de los personajes secundarios que van apareciendo y desapareciendo de la historia. Subtramas de lo más interesantes pero que, perdonadme el atrevimiento, a mí se me han hecho un poquito densas sobre todo en la primera parte, quizá por retrasar la historia principal al incluirlas.

De cualquier modo, sostengo que es un libro que roza la perfección, del que me ha maravillado la originalidad y la calidad de la historia, el fino humor del autor, la belleza y el lirismo de determinados pasajes, y las circunstancias en las que fue concebido (sobre todo las de la segunda parte).

Sé que “El Quijote” es un libro de esos que dan miedo, respeto, reparo, por su extensión y su complejidad, pero también es de los que, una vez empiezas a leerlo, hacen que te preguntes por qué no lo has hecho antes. Así que, quitaos el miedo y ¡leed “El Quijote”!
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totecabana
 29 March 2018
Cada cierto tiempo me gusta releer esta maravillosa historia que me acompaña desde que empezó mi amor por la lectura. Cada vez que la leo la disfruto y me voy con este par a vivir experiencias maravillosas de caballeros y armaduras, refranes y problemas. Definitivamente tiene un lugar especial en mi corazón.
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Lasofi
 01 October 2022
Este libro tan famoso es la tercera vez que me obligan a leerlo.
La primera era muy pequeña y era otra versión.
En quinto leí la adaptación de Agustín Sánchez Aguilar y ahora me lo vuelven a mandar.
Mi hermana lo tiene más reciente y un resumen con buena nota, así que cambiaré tres cositas y una tarea menos.
Será un clásico. Pero para mi este Quijote, Sancho, su caballo y los molinos son una auténtico rollo.
En clase lo hemos leído todos, pero como nos viene bien, mejor nos callamos.
Gracias a que me obligan a leer este tipo de libros tres veces, leo menos.
No me considero peor lectora por tener gustos cercanos a mi mundo, pero Cervantes y yo no nos entendemos.



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lectoraempdernida
 12 September 2022
Primera parte de #DonQuijote de #MiguelDeCervantes (1605) 📖 @alfaguaraes 📚

Esta lectura me ha sorprendido, me ha resultado bastante divertida y amena (he reído a carcajadas en ocasiones). Las aventuras de Don Quijote, ese anciano que se deja llevar por sus lecturas caballerescas confundiendo realidad y ficción y creyéndose un caballero andante siempre teniendo en mente a su Dulcinea del Toboso, junto a Sancho Panza, su escudero fiel que lo sigue y espera sacar tajada de las ganancias que su señor como caballero andante obtendrá y que le ha prometido entregarle, están, pero no son lo único. En esta obra distintos episodios y relatos galopan junto a la historia de Don Quijote, con multitud de personajes que complementan la lectura, exponiendo situaciones y conflictos que me han parecido entretenidos e interesantes en general. Este formato tipo episodios/relatos personalmente me entorpece un poco el enganche a la lectura, al pasar de una historia a otra cada dos por tres, pero igualmente me ha gustado la estructura. También me han llamado la atención las figuras femeninas.

Esta edición tiene muchas notas a pie de página y leerlas mientras se lee es muy enriquecedor, ya que ayudan a entender mejor el lenguaje antiguo y también aportan información extra que me ha resultado sumamente interesante; pero también afecta al ritmo a la hora de leer y puede reducir un poco el disfrute. de todas formas, me ha merecido la pena detenerme en ellas, especialmente en aquellas que aportan datos, curiosidades e información de diversos aspectos relacionados con esta gran obra.

No creo que sea necesario mencionar el valor, la calidad y el reconocimiento literario que tiene esta obra universal. Sí me gustaría mencionar una de las cosas que más subrayan de esta novela, considerada la primera novela moderna, y es el tema de la quijotización de Sancho y la sanchificación de Quijote: Sancho adquiriendo la locura, fantasía e idealismo de Quijote, y Quijote mostrando cada vez más la racionalidad y la visión realista de Sancho. Algo que ya se aprecia en esta parte, sobre todo en Sancho. Una experiencia lectora única.

¡Reseña completa en el blog!
Seguiré con la 2° parte más adelante.
Enlace: https://lectoraempedernida88..
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