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Críticas sobre Don Quijote de la Mancha (47)
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Juandi4
 09 May 2023
¿Qué decir que no se haya dicho ya? El Quijote es una obra maestra de la literatura española que ha dejado una huella indeleble en la cultura mundial. A pesar de estar escrito en castellano antiguo, su lectura resulta muy satisfactoria gracias a sus capítulos cortos y su humor. La historia de este fascinante soñador tiene un ritmo genial, unos personajes bien construidos y unas aventuras sorprendentes. La relación entre Sancho y su rucio es un gran acierto, mientras que las invenciones de Don Quijote son simplemente geniales.

Una auténtica joya, pero el que te obliguen a leerlo desmerece un poco. Es de esas lecturas que te vienen obligadas por los programas de estudios, y que desafortunadamente en esos momentos no sabemos apreciar ni valorar.

Lo leí por entonces hace ya unos años, cuando aún no apreciaba lo que tenía entre mis manos. Pensé que se me haría bastante pesado por su extensión y el uso del castellano antiguo, sin embargo, me pareció un libro muy divertido que te hace reír a menudo de las ocurrencias disparatadas del ingenioso hidalgo y de la inocencia de su compañero. No imaginé que pudiera ser tan divertido y lo disfruté mucho.

Después de releerlo, comprendí que este libro no es para principiantes. Cuántas enseñanzas nos deja sobre el arte de vivir. Cada pasaje es una lección de vida, en la que queda patente que los tropiezos y los fracasos no deben frenar nuestros sueños y expectativas. Es una historia muy significativa sobre cómo debemos vivir plenamente la vida. La locura de Don Quijote lo convierte en un luchador apasionado que defiende sus ideales en busca de su sueño.

Requiere tiempo y paciencia para leerlo, pero realmente vale la pena, especialmente cuando se es lo suficientemente maduro para disfrutarlo. Hay que leerlo con calma y analizar bien a qué se refiere en cada episodio, porque son muy irónicos y la gracia se encuentra en su análisis detallado.

Honor a quien honor merece, y al menos a mí, el quijote me parece que tiene la fama bien ganada. Un libro que debe ser leído al menos una vez en la vida.
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rafaperez
 18 October 2023
A riesgo de que me destierren, Don Quijote de la Mancha no hubiera sobrevivido a nuestros días, de no haberse empeñado círculos políticos y culturales en proteger la obra. El Quijote es el/la niñ@ mimado de la literatura española.

No pretendo con esto menospreciar la obra de Cervantes, pero sin el tesón de algunos en convertirla en marca España, El Quijote no sería lo que es.

¿Merecido? Sí y no, pues otras de igual calidad han tenido menor trascendencia o simplemente se han perdido.
No me parece mal preservar la cultura de algo tan nuestro a través de los siglos, el problema está cuando se apuesta todo a que una sola obra lo merezca (que lo merece) o no.

El quijote es una sátira de la sociedad del momento y de las novelas caballerescas de la época.

Alonso, afectado por tanta lectura, toma a Rocinante y acompañado por su fiel Sancho recorre los campos de Castilla para arreglar el mundo.(su mundo)

Las andanzas, locuras y corduras nos acompañaran de la mano de un antihéroe, melancólico, loco y justiciero (su justicia) aderezada siempre con esa fina ironía clave de la grandeza de una obra que reconozco.

Sí, es literatura pura, una obra inmensa, magistral y mimada.

No culpo a la obra de tal cosa, pues lo merece, pero me pregunto que habría pasado si defendieramos con el mismo ahínco toda la literatura clásica española en lugar de poner todos los huevos en el mismo cesto.

Animo a invitar a acercarse a la obra a las nuevas generaciones, pero por favor, no se olviden de Quevedo, Hernández, calderton, Valle-Inclán, Galdós, Baroja, Delibes y la lista se me hace eterna.

La literatura española no se reduce a la magistral obra de Cervantes.



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marta_lo
 20 August 2022
No sabía si escribir una reseña de esta obra, sobre todo por pudor, por ser un clásico importantísimo de la literatura española y mundial, pero realmente lo que me ha terminado de ayudar a decidirme ha sido el compartir mis impresiones durante la lectura de este libro sin par.

Puede que cueste acercarse a Don Quijote de la Mancha por la extensión del libro o por su dificultad a la hora de entender este castellano antiguo, pero realmente la experiencia merece la pena. Aunque pueda parecer un libro largo, está dividido en dos partes, por lo que una puede ponerse como meta leer la primera y luego quizá animarse con la segunda más adelante. Además, cada parte está dividida por capítulos no demasiado extensos, que dan algo de agilidad a la lectura en general.

En mi opinión, la primera parte puede costar más leerla ya que está cuajada de historias paralelas las cuales a veces son un tanto espesas, con moralejas innecesarias en nuestros tiempos, pero algunas de ellas me han parecido más entretenidas que otras. La segunda parte de El Quijote no tiene tantas de estas historias y se centra más en las aventuras del ingenioso hidalgo y su fiel escudero.

Un punto atrayente de la lectura es la inteligencia e ironía que emanan de Cervantes en este libro. En él da rienda suelta a sus opiniones y pensamientos, en boca de sus personajes o en la del narrador. Además, critica en varias ocasiones al aragonés al que se le ocurrió escribir una segunda parte de Don Quijote, y con estas críticas he de decir que he disfrutado mucho. Se nota un ingenio y una inteligencia superior en el gran autor.

Aunque he tardado más de un mes en leer ambas partes, no he tenido en ningún momento la sensación de que la historia se alargaba demasiado, de hecho he alargado yo misma el final para no separarme de Don Quijote y Sancho Panza, lo cual me ha dolido en el alma.

Me veo en la obligación de recomendar esta novela de aventuras y caballeros a todo el mundo, a internarse sin miedo en sus páginas, sin necesidad de terminarlo rápido, sino disfrutando de cada página y cada experiencia del famoso Caballero de la triste figura.
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Migue77
 18 June 2023
Y por fin, recién cumplidos los 46 años, conseguí leer entero el Quijote, un tesoro nada oculto que me había pasado desapercibido hasta ahora. Tengo que agradecer a mi suegra que me haya prestado esta versión "puesta en castellano actual íntegra y fielmente por" Andrés Trapiello, sin duda una adaptación más digerible que la mezcla de español del siglo de oro y castellano medieval de la obra original.

Si Lope de Vega, su rival literario, formó parte de la Armada Invencible, Miguel de Cervantes a su vez sirvió como soldado en la batalla naval de Lepanto. La contienda quizás no varió significativamente el rumbo de la Europa de finales del siglo XVI, pero sí que fue relevante en la historia de la literatura, al dejar vivo (aunque manco) al que devendría en pionero de la novela en prosa con su don Quijote.

La obra se compone de dos partes, una primera titulada “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” y publicada a comienzos de 1605, y su continuación en 1615 denominada “Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha”. Los protagonistas son dos mitos: el visionario Don Quijote, que a lomos de su caballo Rocinante recorre España creyéndose un caballero andante medieval, junto a su parlanchín escudero Sancho Panza, un buen hombre adicto a los refranes y con “muy poca sal en la mollera”. Sus aventuras y desventuras, son leyenda.

El Quijote es una obra que desde su publicación ha sido objeto de múltiples estudios e interpretaciones. Por ejemplo, autores como Dostoievski han sugerido que esta magnífica comedia es además una metáfora de la vida misma, lo cual magnifica su atractivo y eleva a esta novela al lugar destacado que se merece dentro de la literatura universal. Para mi, su esencia es su humor. La habilidad de hacer reír es maravillosa, y conlleva beneficios tanto para quienes se ríen como para quienes son capaces de provocar risas; Cervantes sin duda lo sabía.
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Paco_Garrido
 23 December 2022
"Quién va a ser sino el famoso Don Quijote de la Mancha, desfacedor de agravios, enderezador de entuertos, el amparo de las doncellas, el espanto de los gigantes y el vencedor de las batallas."

Qué puede decirse del Quijote que no se haya dicho ya. Una obra maestra de la literatura universal que no se ha leído, se ha estudiado, como ninguna otra, posiblemente. Cervantes ideó la historia de un hidalgo aldeano que enloquece de leer novelas de caballería y nos hace partícipes de una serie de delirantes aventuras dentro de una dicotomía divertida pero también dramática.

Aunque está concebida como una sátira de dichas novelas caballerescas, el Quijote es mucho más, constituye una lección magistral sobre la grandeza y la miseria se la condición humana. Como buenos caballeros andantes, sentimos en las palabras de don Miguel el noble afán de ayudar a los necesitados -o menesterosos- que produce un agridulce sentimiento de hilaridad y tristeza por esas mentes enloquecidas, a la vez sana y optimista, a pesar de las situaciones existenciales vividas en esta monumental obra.

Nos apegamos a una piel tan fina que su etiqueta de universal o atemporal está más que justificada, siempre existieron, existen y existirán Quijotes y Sanchos Panzas. Es difícil llegar "virgen" a esta historia, siempre hemos oído o leído alguna referencia a episodios conocidos como el de los molinos, los galeotes o los cueros de vino, todos expuestos en la primera parte. La segunda, escrita con diez años de diferencia, es donde encuentro las novedades literarias. Cervantes plantea una historia como si don Quijote hubiera existido y los protagonistas fueran conscientes de popularidad plasmada en un libro. Me parece muy interesante la perspectiva del propio autor como un investigador más.

Recuerdo unas palabras de Juan Ramón Jiménez: "Cervantes es nuestro Homero, y al mismo tiempo, nuestro mar de lenguas, olas y ondas que hablan, como sirenas, en español, y para siempre, como habla el mar, para él mismo, siempre del mar, que también cambia de lengua". Puede leerse en español del siglo XVII o una adaptación al lenguaje moderno, traducido o abreviado, pero la esencia del Quijote ha convencido al juez más importante del arte: el tiempo. Por eso siempre será inmortal.
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mifuga
 28 December 2023
🔊 ¿🅴🆂 🅽🆄🅴🆂🆃🆁🅾 🅼🅰🆈🅾🆁 🅲🅻🅰🆂🅸🅲🅾?¿🄾 🄽🄾🅂 🅅🄰 ➕️🄻🄰 🄿🄸🄲🄰🅁🄴🅂🄲🄰?

0️⃣BIOGRAFÍA
Aunque conocemos pocos datos de la biografía de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), sabemos que nació en Alcalá de Henares y que con veintidós años fue desterrado como consecuencia de un duelo, embarcándose hacia Italia, donde sirvió al Cardenal Aquaviva (todo un personaje). Se alistó en la marina y participó en varias campañas militares, incluida la batalla de Lepanto, en la que resultó herido en el pecho y en la mano izquierda [Ver: Cervantes contra Lope, RTVE (2016)]. A su regreso a España, portando una recomendación de Juan de Austria, fue raptado por unos corsarios berberiscos, que lo tuvieron cautivo durante cinco años. Fue rescatado por unos frailes trinitarios y, dejando atrás la vida heroica, se instaló en Madrid, casándose con Catalina de Salazar [Ver: R.J. SENDER, Las gallinas de Cervantes (1967)] y recogiendo víveres para el ejército. Resultó encarcelado en dos ocasiones tras la quiebra del banco en el que había depositado fondos de la corona. Una vez instalado en Valladolid, se ve envuelto en un proceso judicial con la aparición del cuerpo de Gaspar de Ezpeleta ante la puerta de su domicilio [Ver: J. ESLAVA GALÁN, Misterioso asesinato en casa de Cervantes (2015)]. Conoce el éxito con El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605), retorna a Madrid, logra la protección del conde de Lemos y fallece casi con la pluma en la mano, apresurándose a cerrar Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617), novela bizantina publicada póstumamente.

1️⃣EL QUIJOTE
Aunque, inicialmente, la idea de Cervantes fuera la de componer una obra breve al estilo de Las novelas ejemplares [Ver: R. MENÉNDEZ PIDAL, ed. El Entremés de los romances], formado por los seis primeros capítulos y el comienzo del séptimo, en una segunda revisión amplía la obra y ya aparece Sancho Panza. Recordemos que su ausencia parcial le impide ser testigo de la manera burlesca en la que se nombra caballero al protagonista.

2️⃣ EDICIONES
Dividida en dos ediciones, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605) y El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615), existen numerosas diferencias entre ellas y también un apócrifo. En 1614 aparece una segunda parte, firmada por Alonso Fernández de Avellaneda, quien insulta al autor y se mofa de los personajes. Su mayor mérito radica en haber estimulado la publicación de la segunda parte cervantina, en la que responde y afirma conocer a la persona que se esconde bajo el pseudónimo, aunque no desea sacarla del anonimato.

3️⃣ESTRUCTURA
En ambas partes (1605 y 1615), se narra la historia de un hidalgo llamado Alonso Qujiano (Quijada, Quesada, Quejana...), que, tras la lectura obsesiva de los, tan populares, libros de caballería, decide salir al mundo en pleno siglo XVII a vivir las aventuras de los héroes de sus novelas medievales. Se producen tres salidas de la aldea; solo en la primera y acompañado por Sancho, en las restantes. A lo largo de cada una de ellas vive muchas y diversas aventuras. Mientras que en la de 1605 él percibe la realidad deformada, en la de 1615 son los demás los que tratan de engañarlo para divertirse. Por último, en dos retornos vuelve herido y en el tercero lo hace para morir.

4️⃣CARÁCTERÍSTICAS
Aunque hay muchos lectores que perciben las dos ediciones como libros distintos, lo cierto es que la materia narrativa conforma un todo. Las criticadas historias intercaladas de 1605 ya no aparecen en 1615, los "andantes" personajes de la primera parte, se mantienen más estables... Pero los elementos comunes, como la yuxtaposición y la congruencia gramatical del inicio y el final de cada capítulo continúan imitando perfectamente a esas novelas que pretende burlar.

5️⃣INFLUENCIA
La influencia quijotesca es inmensa. Autores como Ricardo Senabre, Guillén de Castro o Manuel de Falla inspiran en la obra algunas de sus creaciones. Pero en la década de los sesenta del siglo pasado, se estrenaba en Broadway el musical El hombre de la Mancha, llegando décadas después a nuestro país con José Sacristán y Paloma San Basilio. También descubrimos al Quijote en la música española del siglo XX, concretamente, en 1998, cuando el grupo Mägo de Oz estrenó su álbum La leyenda de la Mancha, con temas como: "Maritormes", "El bálsamo de Fierabrás" o "En un lugar..."

6️⃣CONCLUSIONES
A pesar de que se haya discutido en innumerables congresos y publicaciones acerca de posibles fallos estructurales, y otras posibles imperfecciones, la grandeza de la historia, su importancia para la novela moderna y el valor humano de sus dos protagonistas, fijados para siempre en la memoria popular, creo que se impone a cualquier tipo de crítica.
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Guille63
 29 September 2023
Será que hay que tener una edad, o un cierto bagaje como lector, para apreciar debidamente la gran obra de Cervantes. Y no me refiero al valor que pudiera tener al ser la primera novela moderna de la historia, a su importancia como hito literario, no, estoy hablando de la habilidad de su autor para aunar agudeza en el juicio y diversión en la trama. Ahora, tras tanto años de mi primera lectura, me llaman la atención algunas cosas.

En primer lugar, la rapidez con la que se van enlazando los sucesos. de todos son bien conocidas las cómicas, y a veces tristes y a veces ambas cosas al tiempo, aventuras a las que la locura fue conduciendo a don Quijote para regocijo de sus lectores. Pero quizás sea menos conocida la cantidad de páginas que Cervantes dedica a las historias de amor, con un regocijo bastante más moderado por parte de este que les escribe. La primera, por descontado, es la que vive el propio Don Quijote con una Dulcinea inexistente e ideal que su locura hace identificar con la no tan simpar Aldonza Lorenzo, pero hay muchas más: Grisóstomo y Marcela, Cardenio y Luscinda, Fernando y Dorotea o el curioso trío de Lotario, Anselmo y Camila… Lo llamativo de estas historias es la inteligencia y determinación que muestran estas mujeres frente al vergonzoso papel que se les adjudica a los hombres. de hecho es llamativa la reivindicación feminista que nos hace el autor:

“Las doncellas y la honestidad andaban, como tengo dicho, por donde quiera, solas y señeras, sin temor que la ajena desenvoltura y lascivo intento las menoscabasen, y su perdición nacía de su gusto y propia voluntad.”

Menos me ha sorprendido que para algunas cosas exponga tanto lo blanco como su contrario lo negro, no por nada hay alguno que lo considera la Biblia española. Un ejemplo es esa reivindicación “comunista” que enarbola el Quijote en su discurso de la primera parte:

“Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío!”

Cervantes identifica como uno de los principios del descarrilamiento de la humanidad esa aparición de la propiedad privada, hecho que sitúa justo en el momento en el que el ser humano dejó el nomadismo para asentarse y vivir de la agricultura.

Palabras que no se corresponden muy bien con el clasismo que Cervantes presenta otras muchas veces, que, por otra parte, es lo propio de su época, pues “no hay otra cosa en la tierra más honrada ni de más provecho que servir a Dios, primeramente, y luego a su rey y señor natural” o “después de a los padres, a los amos se ha de respetar como si lo fuesen”.

No quisiera alargarme mucho con este comentario pues ya se sabe “que ninguno hay gustoso si es largo”, pero es difícil atenerse a tal propósito.

Como decía, alguno ha considerado la obra como la Biblia española, y este alguno del que hablo no es otro que Unamuno que consideraba a Don Quijote el Jesucristo hispano y, sin entrar en sus razones, no lo encuentro yo desatinado. Don Quijote es un creyente absoluto, “el caballero de la fe” que decía Unamuno. Igual que Jesucristo se creía Dios, Don Quijote se cree caballero; igual que Jesucristo se creía, como hijo de Dios, llamado a salvar al mundo, Don Quijote se siente obligado por su situación de caballero a “desfacer agravios y enderezar entuertos”, a salvar al menesteroso y al desvalido; ambos tienen una fe inquebrantable en unos principios que rigen un mundo ideal del todo inalcanzable y, pese a la tozudez del mundo en ser lo que es, nada los amedrenta, nada menoscaba su fe en lo que representan y en el tipo de mundo que creen habitar, nada debilita su vocación de sacrificio. Ambos ven en sus derrotas las maquinaciones de magos o diablos cuyo único fin es el de entorpecer sus aventuras para impedir su fama, su gloria y sus fines… hasta se creen hacedores de milagros, como ese bálsamo de Fierabrás que tan milagrosamente curó a Don Quijote de su maltrecho cuerpo, pese a que su escudero Sancho solo consiguiera, al probarlo, “desaguarse por entrambas canales”, lo que no es de extrañar en alguien que no es caballero, esto es, que no profesa la misma fe inquebrantable de su señor.

Por su parte, Sancho encarna perfectamente al otro tipo de creyente, al que más abunda, al que yo denomino ALGUISTA. El ALGUISTA piensa como creyente que bien pudiera ser que no fueran gigantes, sino molinos, que no fueran ejércitos enfrentados, sino rebaños de cabras, que no fuera castillo, sino venta, que no fuera Yelmo de Mambrino, sino bacia de barbero, y es más que probable que sea pura fantasía la existencia de esa “caterva de encantadores que todas nuestras cosas mudan y truecan”… pero ALGO tiene que haber, esta vida no se puede reducir a esta realidad miserable, todos nuestros afanes deben responder a un propósito, ALGO hay, sin duda. Además, que nadie puede asegurar que al final del camino no aparecerá esa Ínsula en la que poder ser, al fin, feliz.
“… todas estas borrascas que nos suceden, son señales de que presto ha de serenar el tiempo, y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal y el bien sean durables, y de aquí se sigue, que habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca”

Otra razón de mi extrañamiento es que, dado el éxito que tuvo la primera parte de la obra, el propio Cervantes se hace eco de ello en la segunda, resulta curioso que el autor no repitiera la receta en la continuación de su obra. En su primera entrega, la crónica de las aventuras de Don Quijote y Sancho es frecuentemente interrumpida por pequeños relatos acerca del amor, que, apenas aparecen en la segunda parte, más centrada en esas cosas que “por muchas, grandes y nuevas, merecen ser escritas y leídas”, “mil zarandajas tan impertinentes como necesarias al verdadero entendimiento desta grande historia”, cosa que le agradezco al autor enormemente, pero que no deja de sorprenderme.

Otro tema chocante en la parte segunda es la degradante forma en la que unos marqueses tratan a don Quijote. Hasta ahora, el Quijote había padecido muchas adversidades indudablemente cómicas, pero que eran producto del choque natural entre su locura y la realidad, era él quién corría hacia la aventura. En los que centran esta segunda parte, son los marqueses, y no solo ellos, los que, para su propio placer y jolgorio, propician estos sucesos convirtiendo a don Quijote y a Sancho en bufones de la corte. Si bien Sancho sale bien parado de la burla como gobernador (un gobernador que ejerce su gobierno con poder absoluto y con unas dotes, a mi modo de ver, exageradas para lo que hasta este momento sabíamos de nuestro fiel y codicioso escudero, incluyendo el hecho de decidir abandonar el poder), don Quijote, por el contrario, sale escaldado una y otra vez de forma absolutamente grotesca.

“Que trata de lo que verá el que lo leyere o lo oirá el que lo escuchare leer”

En fin, así es, no todo el mundo saca el mismo provecho de su lectura. Me dirán que eso ocurre con cualquier libro, y es cierto, pero el caso de este es muy especial.

Los muchos años que lleva en el universo literario juegan a su favor, y si durante un buen número de ellos fue considerado simplemente un libro cómico y de aventuras, después ha dado lugar a multitud de interpretaciones a cual más sesuda, con lo que Cervantes acabó saliéndose con la suya, que no es otra que la que explicitó en el prólogo: que leyéndolo, “el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla Un propósito encomiable y peliagudo que quizá le turbó en demasía si tenemos en cuenta la cantidad de errores, olvidos o contradicciones que contiene, al menos en su primera parte.

En cualquier caso, no deja de sorprender que un Ortega considere al Quijote como “el eterno esfuerzo en el que se debate la cultura toda por dar claridad y seguridad al hombre en el caos existencial en que se halla metido” y un Tom McCarthy piense que se trata de “alguien que quiere ser auténtico… y descubre que para lograrlo ha de sumergirse en ficciones”. Parece que fue Friedrich W. J. Schelling quién estableció la teoría de que la novela confrontaba el idealismo con el realismo, siendo don Quijote el defensor de un ideal inalcanzable en contra de una realidad tozuda y desagradable. Hay quién solo ve en la novela una sátira de las costumbres de la época o, yendo un poco más allá, de la idiosincrasia española. Hasta hay quién ve en la novela una Biblia que tiene a Don Quijote como a un nuevo Cristo.

Me pregunto si Cervantes era consciente de todo esto que ahora se le atribuye, o si no era más que, como algunos argumentan, un genio irreflexivo, vamos, algo así como el burro al que le suena la flauta por casualidad (aunque bien es verdad que, al menos, la tocó dos veces).

Por mi parte creo que tampoco es descartable que la dolencia de don Quijote no fuera más que una fuerte crisis de los cincuenta y, de igual forma que hay quién se compra una moto y se cree el rey del mambo, éste, consciente de pronto de la potencia de su brazo, decidió montárselo a lo grande y ponerse el mundo por bacía de barbero.

“Todo es morir, y acabóse la obra”

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Tontoelquenolea
 07 May 2022
Debo confesar que he tardado tanto en escribir la reseña de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes, porque hacerlo despierta en mí un poco el síndrome del impostor; ¿cómo osar hablar de este libro?

Estamos ante una auténtica obra maestra, el clásico español por antonomasia, un libro divertido, ingenioso (como el propio título indica), completo, brillantemente escrito… podría gastar todos los caracteres de la publicación poniendo adjetivos, y todos buenos.

Cervantes sorprende por el dominio tan perfecto que tiene del lenguaje, su prosa es impecable, la riqueza de su vocabulario es inconmensurable, la originalidad de la historia y la complejidad de sus personajes hacen que cada capítulo y cada párrafo sean dignos de análisis.

Libro de libros, la historia combina la trama principal en la que despliega las andanzas y aventuras (o más bien desventuras) de la maravillosa pareja de Quijote y Sancho con otras subhistorias a modo de novelas ejemplares en las que se nos narran las vidas de los personajes secundarios que van apareciendo y desapareciendo de la historia. Subtramas de lo más interesantes pero que, perdonadme el atrevimiento, a mí se me han hecho un poquito densas sobre todo en la primera parte, quizá por retrasar la historia principal al incluirlas.

De cualquier modo, sostengo que es un libro que roza la perfección, del que me ha maravillado la originalidad y la calidad de la historia, el fino humor del autor, la belleza y el lirismo de determinados pasajes, y las circunstancias en las que fue concebido (sobre todo las de la segunda parte).

Sé que “El Quijote” es un libro de esos que dan miedo, respeto, reparo, por su extensión y su complejidad, pero también es de los que, una vez empiezas a leerlo, hacen que te preguntes por qué no lo has hecho antes. Así que, quitaos el miedo y ¡leed “El Quijote”!
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totecabana
 29 March 2018
Cada cierto tiempo me gusta releer esta maravillosa historia que me acompaña desde que empezó mi amor por la lectura. Cada vez que la leo la disfruto y me voy con este par a vivir experiencias maravillosas de caballeros y armaduras, refranes y problemas. Definitivamente tiene un lugar especial en mi corazón.
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BelReMo
 23 June 2023
Se ha dicho que el Quijote es la novela madre de la literatura española y Cervantes, un autor adelantado a su tiempo; aunque entre las opiniones de quienes han estudiado al autor y su novela hay discrepancias sobre ello.

Siempre tuve pendiente esta cita con el hidalgo caballero. Nuestro primer contacto fue en el instituto, lectura obligada en clase de Literatura, que no pude terminar. al fin, alguien me recomendó esta edición de Andrés Trapiello y he podido apreciar el gusto de leerla.

Está traducida al castellano actual, y comparando algunos pasajes de una y otra edición, los cambios son poco perceptibles pero hacen la lectura más fluida, sin variar la esencia de la obra.

El prólogo lo escribe Antonio Muñoz Molina, que cita así de la obra: -la novela, tal y como la conocemos, la inventó de golpe Cervantes cuando creó a Don Quijote en 1605 y la completó diez años más tarde, en 1615. No es una segunda parte, es una segunda novela-.
Está dividida en dos partes, de las que se discrepa si es primera y segunda novela o primera y segunda parte; lo dejo ahí.

Pero si hay una diferencia que me ha parecido evidente entre la edición de 1605 y 1615, es que en la primera dominan las aventuras de caballería y Alonso Quijano, como abducido por todas estas novelas, cambia su identidad para llamarse don Quijote de la Mancha. Más loco que cuerdo se lanza a la aventura con su escudero, Sancho Panza. Y este, que no sabe lo que le espera, decide acompañar al caballero de la triste figura que le ha prometido una ínsula, la de Barataria. Un sueño que no verá realizado hasta mediada la segunda salida de don Quijote (1615)

Pocos días le durará el cargo de gobernador, pero "Nadie escarmienta en cabeza ajena", refrán que Sancho podría haber añadido a su retahíla de doscientos diez refranes que cita en la novela, cuando se da cuenta de que gobernar una ínsula no está hecho para él.

No puede faltar la doncella, que será la inspiración de don Quijote y a quién le dedicará sus victorias. En la novela, el personaje real es Aldonza Lorenzo, una labradora de la que se cree estuvo enamorado, aunque ella jamás lo supo. Pero el hidalgo caballero se inspiró en ella para crear a su señora imaginaria con un nombre más acorde a su clase, la sin par Dulcinea del Toboso.

Las andanzas de don Quijote resultan divertidas, se mete en unos berenjenales que una no puede evitar pensar si se puede ser más carajota. Pero así los crea Cervantes, loco uno y cuerdo otro, y a medida que avanza la novela veremos cómo sus comportamientos se contagian y los papeles parecen intercambiarse.

Dos personajes muy diferentes, en los que la amistad queda reflejada cuando van superando sus diferencias a base de dialogar y convivir, y ninguno de ellos sacrifica lo que los hace distintos.

¿Pero es el Quijote es una novela de caballería? Sí, así la consideramos. Pero es, ante todo, una novela cargada de ironía. Aunque parezca una inspiración de…, en realidad es una imitación de…que hace Cervantes y que, según los estudiosos de la obra, sin este elemento clave no habría sido posible transformar la realidad en ficción y hacer uso de la prosa.

Amadís de Gaula es la que más refiere don Quijote, editada por primera vez en España en 1508, datada en el año 130 y de autor anónimo. Tirante el Blanco, escrita hacia 1460-1464, tambien es mencionada en el comienzo de la novela durante la quema de libros por parte del cura y el barbero y que Cervantes se refiere a ella como "el mejor libro del mundo".

Esto dos libros esenciales, que causan el estado de locura de Alonso Quijano, son los que se salvan de la hoguera.
Es una novela culta, rica en palabras y expresiones que demuestran el ingenio de su autor, aunque no tuvo mucho éxito con lo que escribió antes del Quijote. Esta obra también sufrió las censuras de la época y Cervantes tuvo que cuidar qué decía y qué no.

El Quijote es una de esas novelas de las que habría que analizar muchos de sus capítulos y personajes por separado por todo el trasfondo que llevan.

Cervantes también refleja episodios de su vida personal y los lleva a la ficción. Logra unir la fantasía y el realismo, y es así como transforma estos hechos de su vida. Por citar uno: - el caso de Jerónimo de Pasamonte, soldado aragonés que participó con él en la Batalla de Lepanto. En la edición de 1605, lo satiriza convirtiéndolo en el galeote Ginés de Pasamonte del que don Quijote y Sancho lo presentan como embustero, cobarde y ladrón.

Hace referencia a la sociedad del momento y se sale de las normas literarias de la época, por lo que se podría hablar de la libertad, la que se toma para escribir su novela.

Llega el final de don Quijote. Seis meses dedicando instantes a su lectura, compartiendo sus hazañas que me han propiciado, sobre todo, risas. Termina sus días en la aldea de la que partió tras ser derrotado por el Caballero de la Blanca Luna. En realidad es el bachiller Carrasco, que en un segundo intento de devolverlo a la aldea busca enfrentarse con él. Esta vez es vencido y, más cuerdo que nunca, confiesa que ya no es El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, ahora es Alonso Quijano (Nombre tomado de un hidalgo que vivió en La Mancha toledana, primo de la esposa de Cervantes, de nombre Quijada)

En el capítulo LXXII, edición 1615, hace alusión a la novela apócrifa de Avellaneda. Hidalgo y escudero, antes de entrar en la aldea, aguardan en una posada y allí, don Quijote, reconoce a Álvaro Tarfe. Este es personaje del Quijote de Avellaneda y Cervantes le da su protagonista la posibilidad de charlar con él y de preguntarle a Álvaro Tarfe si él conoció al falso don Quijote.

Citar por último el uso que hace Cervantes de lo que hoy se llama Metaliteratura, y que han utilizado, copiado, escritores posteriores a este maestro de la novela.



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Gustavo Adolfo Bécquer

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