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Empecé este libro con muchas ganas, la sinopsis es muy llamativa y no dude cuando le ví disponible en Edición Anticipada. Pero al final me ha desilusionado un poco. Comenzamos descubriendo que alguien ha preparado 7 lápidas con nombre en un cementerio de Nápoles. Ya ha aparecido el primer muerto de la primera lápida, por lo que los 6 restantes se preparan para esconderse, huir, o hacer frente al que comienzan a conocer como el Destripamuertos. Michele, cuyo nombre lleva la última lápida, está en la cárcel. Tras veinte años encerrado, obtiene la libertad pero pronto va a descubrir que era mejor no haber salido nunca. Fuera no le espera una vuelta fácil. Mucha gente quiere acabar con él, no sólo el Destripamuertos. Vamos descubriendo poco a poco el pasado de Michele, con pequeñas pinceladas para ir encajando las piezas del puzzle del presente. Quién le quiere muerto, por qué, quién le ayuda, o le tiende una trampa... pesa mucho su pasado. No es hasta el final del libro que todo cobra sentido y descubrimos quién es el famoso Destripamuertos, que a estas alturas ya se ha cargado a alguien más para ocupar esas lápidas. Lo que es la historia, me ha gustado, ya que le da intriga y misterio, es lo único, saber quién era el Destripamuertos, y el ir sabiendo cómo iba a ir cobrándose las víctimas poco a poco. Si al final Michele iba a ocupar una o se iba a librar. Pero, para mi, el resto de la historia es muy densa. Demasiados datos de mafia italiana, capos, trapicheos, drogas... me ha resultado en alguna ocasión hasta aburrido de leer. Estaba deseando pasar esa parte para seguir, y averiguar algo más de las lápidas y quien era el causante, aunque en algún punto me ha resultado predecible y no me he equivocado. Al final le he terminado pero con esfuerzo, poco a poco, ya que había ratos en que no me apetecía seguir con su lectura. Eso sí, está muy bien escrito y me gusta como escribe el autor, pero quizá para otro tipo de novelas me convezca más. |
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