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La historia se centra en Led, que por un trauma que tuvo hace años, ha tenido pesadillas y no sabe como deshacerse de ellas; vive con su mamá, que es muy religiosa y protectora. Al ir al instituto de arte, Led es perseguido por adolescentes para golpearlo y en ese "accidente" Led libera a un demonio, y no es nada menos qué, el demonio de la ira, Rakso. Y ahí empieza la aventura de este misterioso joven y de su rara alianza con el demonio; me gustó en el sentido que no se hizo mucho drama al enterarse de lo que pasaba y de lo que es, sí, hubo dudas y hasta no se creía ciertas cosas, pero dejaba una posibilidad, la cual me encantó para su personalidad. Led tiene a dos mejores amigos: Alex y Olivia; Alex estudia arquitectura y Olivia es una chef; algo que me a alegrado del libro, es que el autor incluyó a sus amigos en la historia desde el primer momento, ayudando a Led, brindandole su apoyo. También llegamos a conocer a otros demonios de los siete pecados, y es impresionante como son su manera de ser y lo posible de que puedan sentir emociones buenas, pero me sigo quedando con Rakso. Con la trama, al principio me fue un poco flojo, pero mientras iba leyendo, mejoraba; hubo partes muy predesibles, partes que me lo imaginaba y ya en los siguientes capítulos sucedía, pero aun así, no fue excusa para no emocionarme más y fangirlear. Los momentos de acción, los disfruté; y en las aventuras donde Led se ve involucrado, se va descubriendo y evolucionando; me llenaba de orgullo cada página. Hubo algunos ships que iba creando mientras leía y uno de ellos se hizo real, repito, real; no saben el grito interno que eché. Y sin más que decir (y para no abrumarlos) me encantó como llevó el tema de los demonios y ángeles; y me dio un mini infarto con los últimos capítulos, es que el autor te lanza tres bombas sin aviso, no las ves venir y sufro por la espera del segundo. |
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