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Este libro comienza con la protagonista, Kazuko, recordando el día que trato de quemar huevos de serpientes, esto la lleva a relatar del día en que su padre falleció, ya que dice haber visto salir del cuarto de su difunto padre a una serpiente y de que además en el árbol habían aparecido muchas de ellas, desde ese entonces la madre de Kazuko asocia a las serpientes con la muerte y no le gusta tenerlas en su casa, Kazuko siente que desde hace un tiempo parece crecer una serpiente en su estómago. Nos enteramos que no tiene mucho que termino la segunda guerra Mundial y que el hermano de la protagonista, Naoji, se encuentra sin dar señales de vida aun, también que antes eran una familia aristocrática de Japón que gracias a la guerra perdió su dinero. Finalmente terminan abandonando esa casa para mudarse al campo, finalmente Naoji regresa y esto dicta un gran cambio en la vida de la familia. Este libro me dejo con muchos sentimientos difíciles de expresar, en primero esperaba más de las serpientes y su trasfondo en la vida de la protagonista, pero a mitad del libro esto termina de forma muy extraña para pasar a la segunda parte donde Kazuko nos muestra un lado obsesivo que rayo a la locura, enamorándose de un hombre que solo le dedico unas cuentas palabras hasta el punto de hacerla renunciar a muchas cosas en su vida |
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