Siete años para pecar

Esta es una novela definida como romántica histórica, pero yo diria mas bien que es 100% erótica enmarcada en un contexto histórico; la conexión y atracción sexual de los dos protagonistas (Jess y Alistair) es tan fuerte que sobrevive muchos años hasta que finalmente vuelven a encontrarse y ya no se van a separar más; durante la lectura vamos conociendo sus pasados cada uno con problemas familiares que los ha llevado a ser quienes son hoy, pero que a través de desnudar sus más íntimos recuerdos, experiencias y pensamientos logran dejar atrás sus tormentos y vivir una gran historia de sexo y amor; por momentos está historia se torna cansona ya que las escenas de sexo explícito llenan la mayor parte del libro... vamos que a veces parecen animales en celo... Pero en fin, creo que firma parte de este tipo de libros.. Paralela a está historia, se desarrolla aunque en menor profundidad la de Hester (hermana de Jess) y Michael, quienes también deben sobreponerse a lo que los separa; está historia paralela me pareció más interesante, con una problemática de violencia hacia la mujer que es algo que ha pasado en todas las épocas y leer está parte del libro daba un respiro a tanta pasión que desbordaban los personajes principales (Que tenían su propia película porno); se le reconoce a la autora que sabe como mezclar las palabras para que no se tornaran repetitivas en la descripción de las escenas de sexo y más cuando gran parte del libro se dedica a ello. El desenlace final me pareció muy apresurado, como si ya estuviera corriendo tiempo para la escritora y no se detalló mucho más de la historia paralela que más me llamó la atención. En general, es un libro fácil de leer, con personajes que siempre a través del romance y la pasión logran superar sus pasados infelices o traumáticos que es la temática que muestran muchas de estas novelas. La narrativa de la escritora en este género creo que está bien desarrollada; la evolución del romance de los protagonistas engancha desde el primer momento, aunque para mi por momentos se torna aburrida y sin avances de profundidad. Dentro de este género es una buena lectura teniendo en cuenta que abunda tanto libro mal escrito o tanta historia repetitiva, faltó manejar mejor la línea de tiempo para que los finales de las dos historias no se cruzarán tanto ni se dieran de manera tan apresurada.

En pleno Londres victoriano nos encontramos a nuestros protagonistas, Alistair y Jessica, dos personas aparentemente opuestas y sin nada en común que viven un momento de profunda conexión lleno de pasión y, desde entonces, ninguno de los dos vuelve a ser el mismo. Tras siete años viviendo sus vidas por separado, quiere el destino que se vuelvan a encontrar en alta mar y se dejen llevar por sus verdaderos sentimientos, sin la presión social de la época o su perspectiva impuesta de lo que está bien o mal (muy influenciado por la época en la que viven, claro). Pero cuando su viaje acabe y vuelvan a Londres y a la realidad de su día a día, tendrán que decidir (en especial Jessica) si quieren dejarse guiar por el miedo o por lo que les dicta el corazón.


Que os voy a contar, adoro esta historia y a esta pareja, son absolutamente adorables juntos. Ya sabéis, me dais una buena historia de amor y me vuelvo loca. Ésta está llena de amor, pasión y fuerza, de sufrimiento y dolor, pero también de comprensión y superación. Nuestros protagonistas son muy parecidos respecto al carácter, solo que Alistair ha vivido con la libertad de hacer y actuar como ha querido en cada momento, sin reprimirse ni negarse nada, mientras que Jessica ha crecido bajo la dureza y rigurosidad que la época exigía a las mujeres, teniendo que actuar y lucir siempre de forma correcta, como se espera de una dama. Ha vivido reprimida durante años y ahora tiene la oportunidad de vivir como quiere y con quien quiere, sea correcto o no.
Ver cómo se van conociendo cada vez más y más profundamente, cómo se van enamorando cada vez más y con más intensidad, cómo se complementan y se cuidan, cómo sacan la mejor versión del otro, me encanta. Mucho, mucho. La conexión que hay entre ellos, el modo en el que ambos se han ayudado mutuamente a ser mejores y más felices, me parece tan, tan bonito. Son una pareja muy romántica y muy apasionada.


Algo que adoro también de esta novela son Michael y Hester, por lo que me encantaría un segundo libro contando su historia (por dios, la necesito, sería preciosa). Un tema bastante presente en toda la historia es el maltrato. Aunque sufrí con ciertas partes de la historia, creo que la autora presenta el tema muy bien, y nos enseña distintos puntos de vista y distintas consecuencias de vivir algo así. No todos reaccionan igual ni lo superan del mismo modo, cada persona es diferente y me ha gustado que se vea reflejado en la historia. Lo cual no quita que sea un tema que me desagrada sobremanera, que me cueste entender que haya personas capaces de hacer daño de esa forma a sus seres queridos (o a cualquiera, vamos). Una de tantas cosas que nunca entenderé de esta nuestra humanidad. Por no hablar de lo mucho que me gusta ver mujeres fuertes y con carácter que no se dejan pisotear por la sociedad tan machista y opresora que había en aquella época. Bravo por ellas y por esos hombres que son capaces de amarlas sin tener que hacerlas sentir inferiores ni dejarse llevar por el qué dirán.


En definitiva, una historia romántica y apasionada, con gran carga sentimental, que seguro disfrutaréis si os gustan el género. Los personajes son adorables y la pluma de la autora, impecable. Os la recomiendo totalmente.

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Puro placer erótico son las escenas que crea esta autora en torno a nuestros dos protagonistas, ella una viuda dolida y él un vividor que, a pesar de esos siete años que han pasado, han seguido manteniendo una especie de conexión sin ni siquiera saberlo. No esperéis más que disfrutar de la unión de sus cuerpos y sus almas, aderezado todo con una pequeña trama secundaria que aporta solidez a la historia y atractivo lector, porque no todo es leer cómo ellos se descubren y se encuentran, sino también qué ocurre con la gente que les rodea.

Alistair es un personaje muy sensual y muy sexual y ella es tan receptiva a él que la unión de ambos crea momentos muy interesantes. Además, hay mucho más romanticismo de lo que cabría esperar, algo que creo que es común a otras de sus novelas de este tipo.

Un acierto para quitarme el gusanillo que tenía. Me apetecía una lectura así, justo de este tipo. Para mí estas novelas de Sylvia Day son muchísimo mejores que la saga Crossfire (opinión personal).

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