Este libro de Frank Victor Dawes editado por Periférica (pero publicado originalmente en 1973) desgrana las condiciones laborales y de vida de los trabajadores domésticos en Inglaterra, desde finales de la era victoriana hasta casi mediados del siglo XX, gracias a informaciones obtenidas de diversas cartas de los propios empleados, que respondieron en masa a un anuncio publicado por el propio escritor, y al estudio documental que acompañó la escritura del libro. Se trata de un ensayo que denuncia, principalmente, el sistema de clases y todo lo que implica a todos los niveles, incluido el deseo mismo de perpetuarlo. Basándose principalmente en los recuerdos, anécdotas y revelaciones de doncellas, lacayos, mayordomos, niñeras… el autor reconstruye un relato social, laboral y político en el que la desigualdad, el elitismo, los prejuicios, las creencias acerca de los derechos de unos y otros, la falta de libertad y de oportunidades, la hipocresía, el egoísmo, la explotación laboral, etc. constituyen denominadores comunes. de lo más sorprendente: descubrir que la propia clase trabajadora reproducía en su interior el mismo sistema de clases. Paralelamente, obtenemos información documentada (organismos, estamentos políticos) acerca de recomendaciones y leyes (o borradores), datos y estadísticas así como información acerca de los principales condicionantes sociopolíticos que influían sobre el estado de las cosas (la revolución industrial, el estallido de la Primera Guerra Mundial, cambios económicos y sociales…). Ha sido interesante conocer los tímidos y desorganizados intentos por mejorar las condiciones laborales de este colectivo, que debía luchar, ante todo, contra formas de pensar, rígidas e inflexibles por naturaleza (y privilegio). “Los empleadores no podían o no querían ver las cosas desde el punto de vista de las criadas. Estaban dispuestos a hacer cualquier cosa para conseguir una servidumbre apta excepto cambiar las reglas del servicio: ahí estaba la raíz del problema”. La situación de las mujeres era, naturalmente, peor. Sin formación, sin consideración social, sin oportunidades de mejorar sus condiciones de vida... qué os voy a contar. De fondo, una realidad que todos conocemos a día de hoy: la creencia de que unos son superiores a otros (y, por tanto, que unos poseen más derechos que otros) y la desvergonzada arquitectura de movimientos y de estratagemas para mantener toda una serie de privilegios a costa de los demás. Un ensayo que no revela nada nuevo acerca de la condición humana pero que está muy bien construido. + Leer más |