El guerrero dormido

20.000 especies de abejas es la ópera prima con más nominaciones de la historia de los Goya. Compite en las categorías principales, como mejor película o dirección novel, pero también ha logrado convencer a los académicos para optar a los mejores efectos especiales, algo que por el tipo de largometraje podría llegar a sorprender. Sin embargo, la película cuenta con lo que los especialistas llaman “efectos invisibles”, un trabajo de posproducción que pueden pasar desapercibidos para el público general, aunque en muchos casos pueda tener un papel clave para favorecer el estilo del director o incluso en la dirección artística de los actores, según explica Gontzal Aurrekoetxea, productor de VFX en la película de Estíbaliz Urresola.
Que el trabajo pase desapercibido y acompañe la historia fue también uno de los objetivos de los responsables del maquillaje de la sociedad de la Nieve, candidata a los Goya y a los Oscar en la categoría. Ana López-Puigcerver, nominada junto a su hermana Belén, y Montse Ribè, parte del equipo de DDTFX, donde también figura David Martí, con quien ganó el oscar en 2007 por el Laberinto del fauno, cuenta cómo lograron recrear en la película los efectos que provocaron en los supervivientes las condiciones extremas de la montaña y la nieve.
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