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En el año 2030 (a la vuelta de la esquina) la situación en la Tierra es catastrófica (si, aún más) tan catastrófica que se ha decidido organizar una cumbre en París al estilo G20 pero de animales. Todos los animales, sin excepción, están invitados a presentar sus reclamaciones que, visto como está el tema, para ese año serán unas cuantas. Todos los animales estarán representados como si de una nueva arca de Noé se tratase: león, serbal, babuino, pingüino, libélula, marsopa, oso, chimpancé, gibón... ¡hasta bacterias, hongos y virus! Y, por supuesto, también el ser humano. al fin y al cabo es el culpable de la situación, ¿no? Perdón, me estoy adelantando en adjudicar la culpa...igual los humanos no tienen nada que ver (esto no se lo cree nadie, claro) El objetivo de la cumbre es llegar a un consenso entre especies para gestionar de una manera justa los recursos. Se me ocurre pensar que el resto de animales no humanos debían estar pensando que si la culpa la tiene el de siempre (no miramos a nadie) no tiene mucho sentido reunirlos a todos, con que el género humano se comprometiera ya estaría todo resuelto... Pero como esto es una historia de ficción y el autor ha decidido que sea de este modo, ahí tenemos a todos los animales reunidos, expectantes, nerviosos (unos más que otros) y dispuestos a escucharse los unos a los otros. Para cubrir este evento histórico se ha elegido, entre miles de alumnos, a una niña de once años, Kid, que tomará notas como testigo del acontecimiento. Sin embargo, las cosas no se desarrollarán como estaba previsto, y la cumbre se verá interrumpida por un derrumbamiento. ¿Se tratará de un escape de gas, o ha sido provocado? ¿Quién o quienes serán los culpables? ¿Impedirá este suceso que animales y hombres lleguen a un acuerdo? ¿Habrá supervivientes? Una muy buena, y entretenida, lectura que hará pensar a los niños qué mundo quieren compartir con el resto de las especies, a la vez que se descubren muchas de ellas que no son tan conocidas. al final del libro hay un pequeño glosario que incluye animales tan curiosos como el damán o el dik-dik. Seguramente, más de uno caerá en la cuenta de que también somos animales, pero tenemos el poder de elegir el modo en que vivimos, mientras que el resto vive a expensas de lo que nosotros decidamos hacer...o no hacer. Enlace: http://megustaestelibro.blog.. |
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