La continua Katherine Mortenhoe

El suelo que nunca se pisa se torna irreal, soportable.

La belleza era uno de los mecanismos de placer más evidentes de la mente humana. Que la belleza pudiera romperte el corazón era perverso.

La dignidad no era más que un arma en el arsenal de la voluntad de poder: cuando llegara la hora, se humillaría como todo el mundo.

"Querer" no es mi palabra favorita -respondió ella- . Está demasiado gastada. Es tan fácil de pronunciar, tan poco importante... Las palabras que se usan para todo al final no valen para nada ¿no crees?

Las actitudes delimitaban sus pensamientos del mismo modo que el tiempo delimitaba sus acciones.

Higieniza la agonía, interpón una pantalla de televisión, añádele la sensibilidad del director y esa misma masa experimentará una orgía de compasión. El miedo sólo se manifestaba con el contacto cara a cara.

El problema era el hambre y la vergüenza y ambas cosas tenían remedio. La comida curaba el hambre y la furia curaba la vergüenza.