Rubén Darío pasó a la fama por sus versos exquisitos ("Azul o "Prosas profanas") pero no por su ambiente de fino terror que es igualmente delicioso e imposible de olvidar. La intromisión de Rubén Darío en este ámbito no es fortuita ya que era un gran admirador de Poe, Hoffmann o de Théophile Gautier. Además, el propio Darío señala en su "Autobiografía" que su inclinación hacia estos temas se debe a las leyendas populares oídas en su niñez y a los trastornos nerviosos que padeció (causado por el incipiente alcoholismo) En estos cuentos podremos ver cómo siguen vigentes los ritos prehispánicos, la belleza disfrazada de muerte, la dualidad del ser humano, el tema de las drogas o el quijotismo, muy utilizado este último por Borges también. Los cuentos que más me han gustado han sido "D.Q.", "El caso de la señorita Amelia" y "Cuento de Pascuas". Me ha gustado mucho descubrir esta faceta del autor, así que si queréis disfrutar un terror psicológico muy fino con un lenguaje exquisito no lo dudéis. + Leer más |
Un cadáver aparece en el vestuario del instituto Rubén Darío. La muerta es Aurora Ríos, una adolescente retraída y sin amigos que apenas se relacionaba con nadie. Era prácticamente invisible para casi todo el mundo.
El cuerpo presenta un fuerte golpe en la cabeza y junto a él hay un peculiar objeto; una brújula. Julia Plaza, compañera de clase de la chica invisible, está obsesionada con encontrar respuestas, ¿será capaz de resolver el enigma
Alba Cardona, autora de Planeta Manga, adapta a novela gráfica el thriller, La chica invisible, del Blue Jeans, uno de los autores nacionales de literatura juvenil más leído y con más seguidores en redes sociales.