La casa de hojas

Casa de hojas ha sido definida por Stephen King como "el Moby Dick" de los libros de terror, mientras que su autor, Danielewski, se ha referido a su obra como "una historia de amor". Yo me quedo con diferente, rara, exigente. A veces para mal, pero casi siempre para bien.

Se trata de Literatura Ergódica (aunque el autor no está más de acuerdo con esto que con la definición de King), lo que significa que exige un esfuerzo especial por parte del lector, no a un nivel necesariamente intelectual, más bien requiere de una interacción y de la voluntad de querer ver lo que los autores (los autores ficticios) te quieren mostrar.

La historia parte de la búsqueda de una vivienda por parte de Truant (segundo autor). Cuando da con su nueva casa, también encuentra El Expediente Navidson (escrito por el primer autor). Este libro es un informe increíblemente completo sobre la extraña y peligrosa casa de los Navidson. A partir de aquí, los lectores seguiremos dos historias que parecen paralelas pero no dejan de enredarse la una con la otra.

Lo mejor del libro es el formato, pero antes de eso quiero mencionar los miedos. Se trata de una obra de terror psicológico (entre otros subgéneros) que trabaja maravillosamente los miedos individuales de los personajes y lo que estos reflejan sobre el resto y sobre la propia casa. Quizá no consiga asustarte, o quizá sí, en cualquier caso te llevara a una exploración milimétrica del miedo, la obsesión, el vacío, la oscuridad.

Volviendo al formato: es una locura. Cuesta acostumbrarse al principio, pero una vez que le pillas el punto te mete en la casa; cada cambio de forma, salto de capitulo, página en blanco o frase del revés, está pensada para que percibas físicamente la imposibilidad de la casa. Ese juego con el propio libro me ha parecido divertido e inteligente. Ni que decir tiene que es evidente el durísimo trabajo del autor, queda claro con los dos primeros capítulos.