Las camas compartidas son menos camas. Las penas compartidas son más penas.
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Las camas compartidas son menos camas. Las penas compartidas son más penas.
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(...) nuestra «historia» no había acabado todavía. La huida nunca es el final, sólo su retraso.
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Cada uno tiene… su futuro. Pero nosotros dos, juntos, no lo tenemos. Ésa es, vista con realismo, la verdad sobre nosotros (...)
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(...) puedo decir lo que quiera, puedo callar el tiempo que quiera, que tú me miras con tus ojos/palabras. Cada letra tuya me hace un guiño tan, tan, tan… Cada sílaba tiene tu mirada.
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Pensé que lo que nunca había empezado ya había acabado por segunda vez.
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—¿Sigues sintiendo alguna emoción cuando me escribes, Leo? Pues yo siento que ya no sientes ninguna. Y no es nada agradable sentir eso. —Tengo en mí gigantescos armarios y baúles repletos de emociones referidas a ti, Emmi. Pero también tengo la llave correspondiente. (...) —Pero esa llave gira en una sola dirección. Sólo cierra. Y dentro de los armarios te ahogan las emociones. —Mi sentido común se ocupa de que a mis emociones nunca les falte el aire. —Pero no las deja salir. Nunca están libres. Dispones de un limitado presupuesto emocional. Deberías trabajar en ello.(...) |
¿Qué me falta, Leo? Me faltas tú. (Desde antes de saber que existías). ¿Qué puedes hacer por mí? Estar ahí. Escribirme. Leerme. Pensar en mí. Acariciar mi punto de contacto. ¿Qué quiero hacer contigo, Leo? Eso depende de la hora del día. En general: tenerte en la cabeza. A veces, también debajo. ¿Qué quiero que seas para mí? Huelga la pregunta. Ya lo eres. ¿Cómo seguimos? Como hasta ahora. ¿Si quiero que sigamos? Sin falta. ¿Hacia dónde? Hacia ninguna parte. Simplemente, seguimos. Tú vives tu vida. Yo vivo mi vida. Y el resto lo vivimos juntos. |
(...) ¿qué te falta?, ¿qué puedo hacer por ti?, ¿qué quieres hacer conmigo?, ¿qué quieres que sea para ti?, ¿cómo seguimos?, ¿quieres que sigamos?, ¿hacia dónde? Dime, por favor: ¿hacia dónde? Tómate unos días para contestar, al menos tiempo tenemos de sobra.
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No existen instrucciones de uso con un plano general para el descubrimiento y rescate de la felicidad. Cada uno busca la suya a su manera y en aquellos sitios donde cree que es más probable hallarla.
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Las historias confusas, como la nuestra, se cuentan desde el principio o no se cuentan.
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Gregorio Samsa es un ...