Matilda

El libro comienza presentándonos a la familia Wormwood, compuesta por la madre, el padre, el hermano y por supuesto, Matilda. La familia al completo vive en un pequeño pueblo inglés muy simple donde el cabeza de familia, el señor Wormwood, es propietario de un taller de coches donde cambia y vende, de una forma un tanto ilegal, piezas de coches y automóviles; la señora Wormwood se pasa las tardes en el bingo y el hermano, Michael, va al colegio. Todo esto mientras Matilda, aún demasiado pequeña para acudir a clases, se pasa el día en casa, sola y sin que nadie se preocupe de ella, llegando a una situación, bajo mi punto de vista, de abandono.

No pasa mucho tiempo hasta que vemos que Matilda es una niña muy avanzada para su edad (se podría decir que superdotada): ha aprendido a leer sola (leyéndose todos los libros y cuentos infantiles y muchos para adultos de la biblioteca municipal) y a realizar cuentas, algunas bastante complicadas, mentalmente. Sin embargo, los padres de Matilda no ven en ella nada especial y simplemente se dedican a humillarla y decirle que solamente es una fuente de problemas (aquí se puede observar otra vez el abandono de los padres).

Poco después, cuando Matilda ingresa en el primer curso de la educación preescolar, su profesora Honey se da cuenta enseguida de que los aprendizajes de la niña son brillantes y que debería avanzar varios cursos para seguir su formación. Esto se hace imposible cuando la directora de la escuela, la señorita Trunchbull (una villana en potencia) se niega, apelando a la información que el padre ha dado sobre su hija, haciendo que la directora la aborrezca sin conocerla. A continuación la señorita Honey intenta hablar con los padres, pero estos ignoran completamente las buenas noticias que da la profesora sobre Matilda, haciendo que sea la propia profesora quien ayude a Matilda a seguir en su aprendizaje.


Tiempo después se observa la maldad de la Trunchbull con los alumnos, que a mi me recuerda a algunas medidas de mano dura que algunos profesores utilizaban no hace mucho para castigar a los alumnos y alumnas durante el franquismo español. Tras verse la relación que existe entre la directora y la señorita Honey, la cual personalmente me recuerda en muchos sentidos a la princesa Cenicienta de Disney, Matilda decide ayudar a su profesora y a todo el colegio a deshacerse de la villana a través de la telequinesis, porque si, ese tema también se toca en este libro.

Finalmente, una de las cosas que más me ha sorprendido del libro es el final. Cuando Matilda descubre que su familia se va a otro país por problemas legales en el negocio de su padre (cosa que se veía venir, al menos bajo mi punto de vista), acude a la señorita Honey para pedirle que la ayude a quedarse con ella en el pueblo. Todo esto parece imposible pero los padres acceden a que Matilda sea "adoptada" por la profesora. Esta situación llevada a la vida real es algo que no se toleraría hecho de esa manera, pero que si podría realizarse tratando la situación de abandono a la que está sometida la niña.

Este libro, a pesar de ser un libro infantil, toca unos temas muy importantes en nuestra sociedad como lo son: la importancia de la familia, la educación desde edades tempranas o el machismo. En conclusión, a pesar de que en la película está todo más detallado (sobre todo con lo que respecta a los castigos de la niña hacia los padres o el plan contra la directora Trunchbull), el libro, aunque breve, me ha encantado. Y Matilda enseña que ante las adversidades hay que luchar, levantarse y seguir.