La imaginación de Dahl destila por todo el libro en esa fábrica de golosinas y en ese personaje tan especial que es Willy Wonka. El libro hace una crítica a algunos de los defectos más comunes en los niños de hoy en día, a los que les pasan cosas bastante horribles en la novela. El libro es una delicia y me lo gozo cada vez que lo leo. |